Por fin hemos cerrado el mes de septiembre, periodo en el que Repsol se ha dejado un 18,38%. Este título junto con muchos otros (ArcelorMittal, Acerinox, Telefónica y un largo etcétera) ha experimentado una auténtica hemorragia vendedora durante los meses de agosto y de septiembre.
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Pero nada cae por los siglos de los siglos salvo que se trate de una compañía que esté ocultando algo al mercado. Los precios se mueven en “dientes de sierra” no lo olviden. Dicho esto, no hace muchas sesiones decíamos que en velas mensuales Repsol presentaba una potencial zona de soporte en el entorno de los 10 euros, referencia resultante de unir los sucesivos mínimos crecientes de los últimos trece años. Pues bien, fue marcar un mínimo en los 9,90 euros y ya le tenemos en los 10,70 euros.
Los niveles de “sobreventa” semanales y mensuales son altísimos. Tanto es así que Repsol no presentaba unos niveles similares desde mediados de 2012, justo cuando las bolsas europeas dejaban atrás la tendencia bajista de la última gran crisis. Sí, ya sé que el petróleo está bajo y todas esas cosas pero no olvidemos que si creo en el análisis técnico tengo que dar por hecho que el precio ya ha recogido, con creces, el peor de los escenarios. Por eso ha caído de 18 a 9,90 euros. ¿Qué más queremos? Resumiendo, y siempre que el título de Repsol no perfore (en cierres) el soporte de los 9,90 euros entenderé que por análisis técnico el precio me está dando una clara señal de compra, aunque para ser precisos la dio en los 10 euros.
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