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2020 está siendo un año especialmente convulso para el precio del petróleo, que comenzaba la década con un importante conflicto geopolítico tras el asesinato de Qasem Soleimani.
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Análisis Técnico
Soleimani, general iraní, era una de las figuras más importantes en Oriente Medio que murió en un ataque con drones en el aeropuerto de Bagdad ordenado por Trump. Y como represalia poco después Irán atacaba dos bases estadounidenses en Irak. El miedo a un conflicto bélico llevaba al petróleo a marcar un máximo anual en la sesión del ocho de enero en los $71,75 (futuro del Bret) y los $65,49 (futuro del West Texas) y desde entonces este no hacía otra cosa que perder posiciones. Hasta que, a finales de febrero, entre los días 19 y 20 las bolsas comenzaban a caer con fuerza al igual que el petróleo. Y el motivo no era otro que las dudas acerca del efecto que la pandemia por el coronavirus podía tener sobre las economías mundiales, sobre todo a raíz de los contagios que empezaban a darse en nuestro país y principalmente en Italia.
Y el resto de acontecimientos ya los conocemos de sobra: el hundimiento del ‘oro negro’ como consecuencia del miedo a una recesión global que todo el mundo ya da por hecho, la guerra de precios entre la OPEP y Rusia y lo último ha sido un violento rebote del 40% en el precio del crudo y en solo una sesión tras confirmarse la tregua entre Rusia y Arabia Saudí. La última actualidad es que, según informa Reuters, el jueves por la tarde Rusia y Arabia Saudí firmaban una tregua y han acordado rebajar su producción en hasta 20 millones de barriles diarios, dando así un buen golpe sobre la mesa.
A continuación, analizamos el gráfico del barril tipo Brent y el del West Texas:
BRENT CRUDE NORT FUTURES CONTINUOUS
El futuro del barril tipo Brent se ha desplomado desde los máximos anuales un 66%, esto dos tercios de su valor. Y al igual que nuestro Ibex y que el resto de los índices europeos le tenemos en fase de rebote o fase de reacción. O lo que es lo mismo, drenando/ajustado proporcionalmente las fortísimas caídas previas. En el muy corto plazo este parece estar dando forma a un pequeño banderín de implicaciones alcistas que le puede acercar a la zona de resistencia de los aproximadamente $40, si bien es cierto que la resistencia más importante la encontramos en el hueco bajista diario y semanal de los $45,50. Digamos que este hueco se correspondería con los 8.375 puntos de nuestro selectivo. Los dos subyacentes presentan el mismo hueco en el mismo momento, lo que es lógico por otro lado. Al fin y al cabo todos los mercados están estrechamente correlacionados.
CRUDE OIL CONTINUOUS (WTI)
En cuanto al futuro del barril tipo West Texas y a pesar de que en el corto plazo no descartamos un rebote (fase de reacción) que en el mejor de los casos, con sus correcciones contra tendencia, le acerque al hueco bajista semanal de los $41,50, hemos de tener muy claro que la tendencia sigue siendo impecablemente bajista. Al fin y al cabo, tenemos impecables máximos y mínimos decrecientes de medio y de largo plazo. Y así no se sube. Lo único a lo que agarrarse, dilataciones aparte, es a la reacción que el petróleo está teniendo desde el soporte decreciente que une los mínimos decrecientes de 2009 y de 2016 y que pasa aproximadamente por los mínimos de marzo. Si tras el rebote en curso se terminan perforando los mínimos anuales no descartaremos que este vuelva al origen del movimiento: los $10,65.