La fortaleza del petróleo y por ende de Repsol deberían lanzar a los títulos de Sacyr hacia la zona de resistencia que presenta en los máximos anuales, en los 2,72 euros.
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Sacyr cerró 2017 con un beneficio neto de 130,6 millones de euros, lo que supone un incremento del 8,7% respecto al año anterior. Crecimiento impulsado, entre otros, por el porcentaje que la constructora tiene en la petrolera, del 8,2%. La participación le aportó 244 millones de euros del beneficio de la petrolera.
Desde el punto de vista del análisis técnico tenemos a Sacyr desplegando un amplio lateral desde 2017, dentro de un rango de precios comprendido entre los 1,85-1,90 euros como soporte y los 2,65-2,70 euros como resistencia. Y lo cierto es que en la medida en que el precio no salte por un lado u otro no tendremos ninguna pista acerca del que, probablemente, sea el siguiente gran movimiento en tendencia. Ahora bien, la renovada fortaleza de Repsol debería servir de catalizador para que la constructora iniciara un nuevo e importante impulso alcista, cuanto menos, hacia la parte alta del lateral, en los 2,72 euros (máximos de febrero). Y por encima y en términos de medio plazo, el origen del último impulso bajista, en los 3,8 euros.