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Desde los máximos anuales que se alcanzaron este verano la cotización se ha dejado una cuarta parte de su valor en bolsa. Y ahora está coqueteando con soportes críticos.
Muy peligroso el movimiento al que parece estar dando forma Sacyr. A falta del cierre de la vela semanal este está perforando la "línea clavicular" de un gran 'cabeza y hombros'. Así, de acabar este viernes por debajo de los dos euros (por dejar algo de filtro) se diría que el daño ya está hecho. Aunque en realidad, en parte ya lo está al construirnos el precio un nuevo mínimo decreciente. Y como ya saben, construyendo máximos y mínimos decrecientes no se sube.
Pero si finalmente se confirmara la figura, ésta puede terminar llevando el título hacia la zona de los 1,5-1,6 euros, la altura de la cabeza de la pauta bajista. Por lo que vamos a prestar atención al título y a Repsol. ¿Por qué? Porque ya sabemos lo mucho que la constructora depende de la petrolera. Y esta última, por el momento, está consiguiendo respetar soportes.
Y así es como se ve el gráfico en velas semanales:
