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Desde los máximos de octubre los títulos de la petrolera acumulan un retroceso del 15%. Lo que coloca en una situación delicada si finalmente se perforan los mínimos de octubre.
No nos engañemos, Repsol se está poniendo peligroso. Es cierto que por el momento no hay confirmación de nada, no se ha perforado ningún soporte realmente determinante, al menos no todavía. Pero da la sensación de que este se puede atacar más pronto que tarde. Así, la perforación de los mínimos de octubre darían forma a un gran 'cabeza y hombros' de importantes implicaciones bajistas. De hecho, la proyección mínima teórica apunta hacia los 12,5 euros, que no es otra cosa que la altura de la cabeza de la potencial formación. Por no hablar de la impecable resistencia que este presenta en la directriz bajista que une los impecables máximos decrecientes desde los máximos anuales (e históricos) que se alcanzaron en octubre. Atentos también al petróleo, que está a punto de marcar un nuevo mínimo anual, lo que sin duda se traduce en una mayor presión para nuestra petrolera.