Las importantes caídas de las últimas sesiones acercan a la criptodivisa a la importante zona de soporte que presenta en los mínimos de febrero, los 6.000 dólares.
A la vista del gráfico del futuro del bitcoin desde que este comenzó a cotizar a finales de diciembre es fácil concluir que este es bajista. Pero lo es si solo nos fijamos en el corto plazo, pues en el largo plazo la estructura de precios sigue siendo alcista. Ahora bien, en el corto plazo el precio nos ha dejado muy claro dónde está la resistencia, la zona de control por arriba: los 11.800 dólares. Este nivel de precios se corresponde con los máximos de enero, de febrero y de lo que llevamos de marzo. O lo que es lo mismo, solo por encima de los 12.000 dólares (por aquello de dejar un pequeño filtro), en precios de cierre, tendremos un antes y un después en la criptodivisa. Mientras tanto lo cierto es que la posibilidad de volver a los 6.000 dólares, los mínimos de febrero es un hecho. Del mismo modo que la superación de los 12.000 dólares dejaría las puertas abiertas a una vuelta a los 20.000 dólares.