La semana que acabamos de dejar atrás comenzó tranquila, en consonancia con el estrecho movimiento lateral por el que se vienen desplazando los precios desde mayo. Sin embargo, este jueves nos llevamos un buen susto y el cuerpo se nos ha quedado un poco raro. Muchas dudas, incertidumbres y todo ello nada más comenzar el verano.
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Análisis Técnico
En pleno periodo estival las bolsas suben en torno al 13% de media, tanto si hablamos del Viejo Continente como si lo hacemos de Wall Street. Y dentro de las bolsas europeas los índices que mejor lo hacen son el parisino Cac 40 y el AEX holandés, con alzas del 16% para los dos. El relativo mejor comportamiento de los dos índices se debe, principalmente, a la fortaleza de las compañías relacionadas con el lujo y que lo están haciendo a las mil maravillas (LVMH, Hermés, Kering…) y a la compañía tecnológica de mayor capitalización europea, la holandesa ASML Holding, que sube casi un 50% en lo que llevamos de año.
El verano es un periodo peculiar. No se puede concluir de este que sea un periodo fácil, tranquilo, por más que siempre se hable de que los inversores están de vacaciones. Puede que los pequeños inversores sí, pero el dinero de verdad, el que mueve los mercados, nunca descansa. Nunca duerme. Y tan pronto nos encontramos con un verano apático como de fuertes caídas en las bolsas. De hecho, muchas de las grandes crisis de los mercados han tenido lugar durante el periodo estival.
Con ello no quiero decir que tengamos que asistir a un desplome, ahora mismo no es un escenario probable y menos cuando no se han perforados soportes claves de ningún tipo (otra cosa es el Ibex 35). Pero sí que podemos desplegar un amplio movimiento lateral que puede durar hasta octubre. Al fin y al cabo, los mercados tienen dos formas de corregir: o consumiendo tiempo (desplegando un movimiento lateral) o en profundidad (caídas más o menos verticales). Y no sería nada extraño que nos adentremos en un movimiento lateral con cierto sesgo a la baja que sirva para drenar las importantes subidas acumuladas desde octubre. Lo que no parece tener sentido alguno en este momento es comprar bolsa (salvo valores muy concretos) a estas alturas del partido. Subirse a los mercados en este momento es llegar muy tarde al mercado.
A continuación, analizamos el gráfico de los siguientes índices bursátiles:
IBEX 35
Peor no ha podido empezar el mes de julio para nuestro selectivo, que desde los máximos anuales (9.310) acumula una caída cercana al 8%. En la corrección el índice se ha llevado por delante el importante soporte de corto plazo que teníamos en el rango de los 8.740-8.800 puntos. Los siguientes soportes se encuentran en los distintos mínimos crecientes que ha ido construyendo durante la subida: los 8.425, los 8.275 y sobre todo el rango de los 7.660-7.710 puntos.
Por otro lado, el brusco giro a la baja se produce sin ni siquiera haber atacado la importante resistencia, a la que hemos hecho referencia en tantas ocasiones, de los aprox. 9.600 puntos: la parte alta del canal bajista por el que se viene desplazando el precio desde finales de 2007. O lo que es lo mismo, a pesar de las importantes subidas desde los mínimos de 2020 (5.814) los precios siguen cotizando por debajo de la directriz bajista. Rebotes aparte, me temo que hemos entrado en una fase correctiva que de alguna manera ajustará proporcionalmente las importantes subidas previas y que, como siempre, puede hacernos más daño a nosotros que al resto de nuestros vecinos europeos. Algo que por otro lado viene de muy lejos y ya no nos sorprende.
DAX 30
El índice de la ‘locomotora europea’ sube más de un 30% desde los mínimos de octubre a pesar de las últimas caídas, y desde los mínimos de 2020 más de un 80%. La sobreventa semanal y mensual presenta lecturas extremas y a la vista del reciente giro a la baja no podemos descartar una continuidad de los descensos hasta el importante soporte, antes resistencia, de los 13.800 puntos: los máximos de 2020. No será la primera vez ni la última en la que vemos a los precios caer hacia los anteriores máximos históricos en un típico movimiento en ‘throw back’ a los máximos previos para desde ahí corregir los excesos y reestructurarse de nuevo al alza en términos de medio y largo plazo.
S&P 500
El principal índice bursátil del mundo acumula una revalorización desde los mínimos de 2020 del 98%. Casi ha duplicado su cotización. Seguimos sin tener en el momento actual la más mínima señal de debilidad por cuanto los mínimos y máximos crecientes se suceden una y otra vez. Y ante esta situación lo único que podemos hacer es mirar a las velas semanales. Es decir, en la medida en que no se perfore en periodo semanal el último mínimo creciente, en este momento en los 4.164 puntos (mínimos de junio) no tendremos la más mínima señal de debilidad dentro de la actual estructura alcista de los precios.
Si se perfora, lo normal es que asistamos a una corrección/ajuste proporcional de parte del último tramo alcista. Una potencial zona de soporte se encuentra en los aprox. 3.850 puntos, por donde pasa la media móvil simple de 200 sesiones (MM200). Pero mientras tanto no hay ninguna razón para deshacer posiciones alcistas en el índice, ya que no se ha perforado soporte alguno.