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Rebotes aparte fruto de la sobreventa diaria extrema, lo cierto es que se dan las condiciones para apostar por una vuelta al origen del movimiento: los mínimos de diciembre.
El nivel de precios de los 59,50-60 dólares es una zona de control que a estado funcionando muy bien como soporte en los últimos meses en el petróleo. Este nivel, además, coincide con un ajuste/retroceso del 61,8% de toda la subida desde los mínimos de diciembre. Y ahora pasa a ser la primera zona de resistencia. Pero como me gusta decir, el daño ya está hecho porque tenemos un nuevo mínimo decreciente que sirve para dar continuidad a la impecable sucesión de máximos y mínimos decrecientes desde finales de abril. Y así no se sube. Es más, todo apunta a que este ponga rumbo al soporte que presenta en los mínimos de diciembre: en los 50-50,20 dólares.
