Desde máximos anuales el ‘metal precioso’ acumula una caída del 10%, la plata del 13% y el platino del 20%. Pero esta caída no es exclusiva de los llamados metales preciosos, ya que son muchas las materias primas que también están sufriendo lo suyo, como por ejemplo el cobre (-17%) o el algodón (-10%), entre muchas otras. No está siendo nada fácil buscar la ‘excusa’ que explique, sobre todo, lo que está pasando con el oro.
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Siempre se ha dicho que este funciona muy bien con la debilidad de las bolsas, sobre todo ante grandes crisis y desórdenes económicos. En el momento actual, la incertidumbre tiene que ver principalmente con la guerra comercial que está llevando a cabo Donal Trump con China y con otros países. Pero las bolsas europeas y las de Wall Street están aguantando el tipo estoicamente, algo que no está ocurriendo con las bolsas de China, mucho más débiles. También se dice que el oro funciona muy bien como activo refugio ante la inflación. Algo que en este momento no parece preocupar en exceso a los mercados. Es cierto que esta está subiendo poco a poco pero no parece que a los Bancos Centrales se les esté yendo (todavía) de las manos. Por otro lado, se habla mucho de la relación inversa que existe entre el dólar y el oro, en el sentido de que un ‘billete verde’ fuerte lastraría al ‘metal precioso’. Y en este sentido se puede decir que durante los últimos meses esta correlación estaría funcionando bastante bien.
Aunque parece ser que los tiros van más otro lado, o mejor dicho el enfoque parece ser otro. Ya no es tanto que el dólar esté fuerte como el hecho de que las expectativas de subidas de tipos de la Fed sigan intactas. Las subidas de tipos hacen que las rentabilidades de los bonos del Tesoro estadounidense tengan más adeptos, rivalizando de este modo con el oro. De manera que los inversores en el oro tienen la sensación de que están dejando de ganar dinero y se decantan más por la deuda que por el oro. Y a la inversa, una bajada del precio del dinero beneficiaría al oro, ya que los inversores perderían interés por los bonos. No podemos dejar tampoco de lado el miedo que existe a una ralentización de China. Al fin y al cabo la demanda por parte del gigante asiático supone en muchos de los metales cerca del 50%. Y ante una menor demanda, caídas generalizadas de los precios.
A continuación, analizamos desde el punto de vista de los gráficos la situación de los siguientes metales preciosos:
ORO
A pesar de las importantes caídas de los últimos meses hay que decir que tenemos al 'metal precioso' en niveles potenciales de soporte, como son los mínimos de la semana pasada (1.211 dólares). Este nivel se corresponde con un ajuste/retroceso del 61,8% de toda la subida iniciada desde finales de 2016. Además, la MM200 semanal podría tratar de poner también freno a la fase correctiva. Grosso modo, por aquello de dejar cierto filtro, se puede decir que en la medida en que el oro respete los 1.200 dólares existe la posibilidad de que, más pronto que tarde, asistamos a un importante rebote que le puede llevar a buscar, en forma de 'pull back' la antigua directriz alcista. Antes soporte y ahora resistencia.
Perforar los 1.200 dólares dejaría las puertas abiertas a un escenario de continuidad bajista que le llevaría a restar la totalidad del impulso, esto es de volver a los 1.122 dólares.
PLATA
Tras llevarse por delante el soporte de los 15,60 dólares (mínimos de diciembre) se puede decir que, rebotes aparte, ya no hay soportes importantes hasta los mínimos de hace un año, en los 13,90 dólares. Y por debajo y de mayor relevancia todavía tenemos los mínimos de finales de 2015, en los 13,62 dólares. Por arriba, por el lado de las resistencias, tenemos la impecable directriz bajista que une los sucesivos máximos decrecientes desde abril de 2017.
Esta resistencia (directriz bajista) presenta numerosos puntos de tangencia y pasa en el momento actual por los aproximadamente 17 dólares.
PLATINO
Llama la atención lo impecable de la resistencia que presenta en la directriz bajista que une los sucesivos máximos decrecientes desde principios de 2013. Cuatro han sido los puntos de tangencia en la misma. Ahora bien, la onza de platino cotiza en niveles de soporte muy importantes en términos de medio y de largo plazo. Por un lado tenemos como soporte los mínimos de 2016, en los 811 dólares y de mayor relevancia tenemos los mínimos históricos que se marcaron en noviembre de 2008, en los 767 dólares.
Luego, si hay un punto "ideal" donde intentarlo sería, a priori, en los niveles de precio más cercanos posibles a los mínimos históricos (con 'stop loss' por debajo). Y como resistencia tenemos la directriz bajista de los últimos años, ahora en los aproximadamente 968 dólares.