La semana que acabamos de dejar atrás comenzaba con un buen susto para muchos de los metales preciosos, que amanecían con importantes caídas durante la sesión asiática. Traspiés que se fue suavizando con la apertura de los mercados del Viejo Continente y de Wall Street.
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Análisis Técnico
El oro, valor refugio por excelencia, no da a basto en los últimos tiempos en lo referente a la cantidad de información que le llega del mercado. Por un lado está el buen dato de creación de empleo del mes de julio en los Estados Unidos que abre la puerta a que la Reserva Federal (Fed) reduzca los estímulos (tapering) antes de la Navidad. Y en este sentido su vicepresidente, Richard Clarida, afirmaba este miércoles que es probable que se alcancen los objetivos económicos para su institución a finales del próximo año, lo que acabaría en una subida de los tipos de interés en 2023. Asimismo, sobre la inflación avisaba de que siempre hay riesgos en las previsiones que se realizan y que, en su caso, el peligro es al alza.
Casualmente, a finales de julio el gigante helvético Credit Suisse se reafirmaba en su apuesta por el oro como valor refugio ante el hecho de que los bancos centrales pierdan el control de la situación y los mercados se terminen viniendo abajo. Para ellos el oro es la mejor manera de protegerse ante lo que denominan un "extremo desapalancamiento financiero".
Y por último está el particular pulso entre el 'metal precioso' y el bitcoin como activo que funcione como reserva de valor. El llamado oro digital o el oro 2.0. Podríamos estar hablando durante horas sobre el eterno debate a favor y en contra de uno u otro pero lo cierto es que el bitcoin sigue ganando por goleada al oro. Y ello a pesar de las fuertes correcciones con las que en ocasiones nos sorprende. Cada vez son más las voces, bancos e instituciones que reconocen su intención de invertir en la criptomoneda.
A continuación, los analizamos desde el punto de vista de los gráficos:
ORO
El ‘metal precioso’ experimentó este lunes durante la sesión asiática lo que denominamos un ‘flash crash’. Una fuerte corrección que se produce de manera violenta y rápida y donde los precios suelen recuperar casi todo también de una manera rápida. El oro se llegó a dejar un 4,3% que no está nada mal en un subyacente muy poco volátil que rara vez se mueve más allá de un +-1% en cada sesión. Este se llevó por delante el soporte de los 1.750 dólares (mínimos de julio) y la cotización se vino abajo hasta marcar los 1.687,19 dólares.
Rebotando con fuerza a las puertas del importante soporte de los 1.676-1.677 dólares: los mínimos de marzo y origen del último impulso alcista tras confirmar en su momento un pequeño doble suelo. Por arriba, por el lado de las resistencias, tenemos impecables máximos decrecientes desde los máximos históricos de hace un año en los 2.075 dólares. En términos de medio-largo plazo es clave que el soporte de los mínimos anuales, los mínimos de marzo aguanten. De lo contrario podemos asistir a un importante deterioro en el oro en términos de medio plazo que le puede terminar llevando sin muchos problemas al soporte que tiene en los mínimos de 2020, en los 1.450 dólares. Por arriba, por el lado de las resistencias la más inmediata en este momento no puede estar en otro lugar que no sea el último máximo decreciente (1.834 dólares).
PLATA
El hermano menor del oro se llegó a dejar este lunes un 10%, marcando un mínimo en la sesión en los 21,95 dólares. Los mínimos semanales coinciden con el soporte horizontal de los 21,60-21,80 dólares: los mínimos de septiembre y de diciembre de 2020. Digamos que, en números redondos, el soporte a respetar en todo momento en la plata lo situamos en los 21,60 dólares. De lo que se deduce que en la medida en que este aguante existe la posibilidad de que trate de buscar la parte alta del lateral en el que se encuentra inmerso desde hace algo más de un año, ahora en los aproximadamente 30 dólares. Por debajo quedaría confirmada una clara figura de vuelta que le puede llevar de nuevo a niveles de soporte cercanos a los 18 dólares, como mínimo.
PLATINO
Tenemos una de cal y otra de arena. La de cal es la perforación del importante soporte horizontal, antes resistencia, de los 1.035 dólares. Y la de arena el hecho de que el precio parece querer agarrarse a la base del canal bajista de corto plazo, coincidiendo además con un ajuste/retroceso del 50% de toda la subida desde los mínimos de 2020. Por lo tanto, tenemos un nuevo e importante soporte en los mínimos semanales (954 dólares). Vamos a ver si desde aquí el subyacente es capaz de reestructurarse de nuevo al alza con objetivo en la parte alta del canal bajista por el que se viene desplazando el precio desde febrero, ahora en los aprox. 1.170 dólares. El gráfico del oro y de la plata son más claros que el del platino a día de hoy.