Tras la clara confirmación por encima de resistencias, no podemos descartar una recogida de beneficios de cara a las próximas semanas que le acerque a la nueva zona de soporte de los 1.350-1.360 dólares.
Desde finales de 2011 hemos tenido a la onza de oro inmerso dentro de un amplio movimiento lateral-bajista que le llevó a marcar un suelo de mercado en los mínimos de finales de 2015, en los 1.046,23 dólares. Por otro lado, desde agosto de 2013 el precio ha estado construyendo impecables máximos decrecientes. Este viernes es cierre mensual y lo que nos va a dejar el precio es una vela impecable, contundente, cerrando por encima de la directriz bajista que ha estado uniendo los sucesivos máximos decrecientes desde finales de 2015. Y lo cierto es que no se observan resistencias importantes hasta los máximos históricos que alcanzó en septiembre de 2011: los 1.920,80 dólares.
Ahora bien, ello no quita que en las próximas semanas el 'metal precioso' se pueda tomar un respiro, un descanso (en forma de 'throw back') a la nueva zona de soporte de los aproximadamente 1.350 dólares.