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Desde que el título se confesó ante el mercado el precio está triangulando, o lo que es lo mismo construyendo máximos decrecientes y mínimos crecientes.
Tras las caídas de las sesiones posteriores a la última publicación de resultados de Inditex, podemos apreciar cómo los títulos de la compañía se encuentran triangulando, o lo que es lo mismo construyendo máximos decrecientes y mínimos crecientes. Y, en teoría, cuando tenemos un triángulo tras un movimiento alcista, como es el caso, lo lógico es apostar por el sentido del movimiento anterior, es decir por las alzas. De hecho, cabe barajar como escenario más probable una vuelta a los máximos de 2018: en los 29,40 euros. Por encima de esta resistencia, con holgura y en velas semanales, dejaremos la puerta abierta a que en términos de medio plazo se dirija hacia la resistencia que presenta en los máximos históricos, en los casi 35 euros (ajustada la serie de precios a los dividendos repartidos). Con todo, lo realmente importante es que desde los mínimos de diciembre tenemos impecables mínimos y máximos crecientes. Y así solo cabe seguir haciendo una cosa, subir.