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El hecho de haber marcado y cerrado por debajo de los 9.025 puntos no hace sino confirmar la impecable sucesión de máximos y mínimos decrecientes desde finales de abril.
No nos engañemos, el daño no es de ahora, viene de antes. Desde el momento en el que nuestro índice nos dejaba un claro hueco bajista semanal en los 9.410 puntos (lea aquí el análisis). 'Gap' del que decíamos que en la medida en que no se cerrara el sesgo de 'trading' pasaba a ser lateral-bajista o en el mejor de los casos de lateral. El pasado viernes cerrábamos, aunque por poco, por debajo del soporte de los 9.025 puntos. Y decimos que el daño ya está hecho porque, rebotes aparte, volvemos a tener otro nuevo mínimo decreciente que da continuidad a la impecable sucesión de máximos y mínimos decrecientes desde mediados-finales de abril. Y así, como comprenderán, no se sube.
Es cierto que en el más corto plazo no descartamos rebotes puntuales que le pueden llevar a rellenar, al menos parcialmente, el hueco bajista del pasado viernes (resistencia): en los aprox. 9.120 puntos. Pero lo que es indudable es que seguimos sin figura de vuelta alguna ni señal de agotamiento de las caídas que nos invite a pensar que este esté tratando de construir un suelo de mercado. Un suelo de la vigente fase correctiva. Mientras tanto, los siguientes soportes los encontramos en los 8.940 puntos (50% de ajuste/retroceso de toda la subida previa) y por debajo los 8.800 puntos (61,8%).
A media sesión, y tras marcar un mínimo en los 8.903 puntos el índice recupera posiciones y solo cae un 0,3%. Por el momento, puede decirse que la corrección le ha llevado a encontrar un potencial soporte entre medias del 50% (8.940) y el 61,8% (8.800) de toda la subida desde los mínimos de diciembre.