A pesar de la fuerte recuperación desde los mínimos de marzo el índice que recoge la evolución de los principales bancos del Viejo Continente todavía se deja algo más del 20% desde los máximos anuales previos a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
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Análisis Técnico
Hasta justo antes del conflicto bélico el sector de los bancos, aupado principalmente por la fuerte previsión de subidas de tipos de interés en todo el mundo para frenar una inflación desbocada, era el motor principal de la renta variable europea. Pero todo se vino abajo con la guerra entre Rusia y Ucrania con la excepción del petróleo, las materias primas, el oro y poco más. Así, el índice bancario europeo se dejó casi un 40% desde los máximos de febrero (116,94) hasta los mínimos de marzo en los 73,28 puntos.
Dicho esto, lo que hemos de tener muy claro es que los bancos de nuestro país harán, en mayor medida, lo mismo que haga el sectorial bancario europeo. Ni más ni menos. Los grandes movimiento en los mercados, ya sea al alza o a la baja, lo son en bloque, son movimientos sectoriales. Puntualmente y ante alguna noticia relevante alguno de sus componentes pueden desligarse de la tendencia general de ese momento, pero lo normal es que al final este vuelva al rebaño y siga el camino de sus compañeros del sector.
Así, volviendo al caso que nos ocupa tenemos por un lado un importante rebote en las ultimas semanas. Movimiento que parece haber encontrado una importante resistencia (dilataciones aparte) en el nivel de los 92 puntos: los mínimos de septiembre y de diciembre. En este nivel el precio se está atascando una y otra vez. Y si esta resistencia se terminara batiendo tenemos otra en el hueco bajista semanal de finales de febrero en los 99,64 puntos.
Y otro otro, y para un servidor de mayor relevancia, tenemos una fuerte corrección previa que se ha frenado, al céntimo, en el nivel de ajuste/retroceso del 61,8% de Fibonacci de toda la gran subida previa. O lo que es lo mismo, desde los mínimos históricos del peor momento de la pandemia (48 puntos) hasta los máximos de febrero el impulso se ha ajustado en un 61,8%, por definición importante soporte. O dicho con otras palabras, a pesar de la violencia de la última fase correctiva esta encajaría dentro de los parámetros normales dado que se ha frenado en el nivel de ajuste/retroceso del 61,8%.
Lo que en castellano viene a decir que el ajuste de toda la subida desde los mínimos históricos se ha frenado en el último gran soporte (73) en el cual la teoría reza que hasta ahí hemos de entender que la caída es proporcional a la subida previa, que fue del 140%. De lo que se deduce que en la medida en que se respeten los mínimos de marzo entendemos que hemos visto ya lo peor de la caída en los bancos. Y que por lo tanto, con sus correcciones (y sustos) contra tendencia, existe la posibilidad que intente reestructurarse de nuevo alza en términos de medio y de largo plazo. Aunque no de manera inmediata.