El índice bancario europeo (o SX7E) acumula una subida del 12% desde los mínimos de diciembre, pero todavía se deja un 35% desde los máximos de enero de 2018.
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Por experiencia, sabemos que uno de los dos grandes motores de las bolsas europeas son los bancos. Sin el apoyo de este sector es prácticamente imposible que los índices suban de manera sostenida en el tiempo. Y este comportamiento se hace todavía más evidente en el caso de nuestro selectivo. De sobra es conocido el importante peso específico que este tiene en el Ibex, aunque poco a poco el buen comportamiento de las eléctricas les empieza a comer terreno.
De todas formas y dentro del sector financiero de nuestro país, hemos de saber que la alegría va por barrios. De hecho, los únicos que han superado resistencias recientemente han sido Santander y BBVA. Durante el lunes y el martes los títulos subían con fuerza y superaban resistencias, marcando nuevos máximos crecientes de corto plazo, pero en la segunda parte de la semana los precios se giraban a la baja en las bolsas del Viejo Continente y en especial en los bancos. Con lo cuál, tenemos velas semanales de 'ida y vuelta' que, al menos en el corto plazo, no invitan precisamente al optimismo. Estas encajan a la perfección dentro de lo que sería el inicio de un tramo correctivo (fase de reacción) proporcional a las importantes subidas acumuladas desde los mínimos de diciembre.
Sin embargo, el resto de los bancos de nuestro país presentan mucho peor aspecto técnico. Tanto que, por ejemplo, CaixaBank y Bankia han marcado este viernes nuevos mínimos anuales. Bankinter y Banco Sabadell se encuentran encajados dentro de un impecable canal bajista desde los máximos de mayo de 2018. Con el agravante de que el segundo marcó en febrero mínimos históricos en los 0,8320 euros. Por lo tanto y a modo de resumen, se puede decir que los dos grandes bancos de nuestro país (BBVA y Santander) están comportándose, a pesar de las últimas caídas, mejor que el resto de nuestros bancos.
A continuación, analizamos desde el punto de vista de los gráficos lo siguientes subyacentes:
SANTANDER
Durante la primera parte de la semana superaba resistencias, con holgura. Pero en la segunda parte el precio se ha girado con claridad a la baja, perforando la zona de soporte (antes resistencia) de los 4,40 euros y dejándonos un hueco bajista (resistencia) en los 4,42 euros. Llegados a este punto se puede decir que ya no hay soportes importantes hasta la zona de los 4,10 euros, por donde pasa la recta directriz alcista que une los mínimos crecientes (con tres puntos de tangencia) desde finales de diciembre. Ni que decir tiene que la perforación de esta última referencia sería una clara señal de debilidad dentro de la vigente estructura de los precios. Pero mientras tanto, la entidad cántabra continúa construyendo impecables mínimos y máximos crecientes. Y así no se cae.
BBVA
Los títulos de la entidad vasca lo están haciendo muy bien en los últimos meses, mejor que la media del sector. Desde los mínimos de diciembre acumula una subida del 18% vs. 12% del índice bancario europeo. Técnicamente, nos reafirmamos en el análisis de los últimos meses. Aquél en el que hacemos referencia a lo impecable del rebote (dilataciones puntuales de los precios aparte) desde la directriz alcista de la última década. Ha rebotado donde tenía/debía hacerlo y nos deja un soporte a respetar en todo momento: los 4,5 euros. La sobreventa mensual sigue siendo muy alta y el estocástico se ha girado claramente al alza. Esto, en condiciones normales, acostumbra a traer importantes revalorizaciones en términos de medio plazo.
EURO STOXX Banks
Más conocido como el índice bancario europeo o SX7E. A día de hoy no tenemos figura de vuelta alguna como tal. Pero al menos podemos ver, que no es poco, que el índice que engloba a los bancos europeos ha conseguido dejar atrás el impecable canal bajista por el que se ha estado desplazando el precio desde los máximos de enero de 2018. Llama la atención también el impecable apoyo en forma de ‘throw back’ a la parte superior del mismo, antes resistencia y ahora soporte de los 91,35 puntos. Confiemos en que no se perfore la base del canal alcista de corto plazo por el que se viene desplazando el índice en los últimos meses. Y, de perforarse, crucemos los dedos para que la zona de los 89-90 euros (parte superior del antiguo canal bajista) actúe de freno de las caídas. No hacerlo sería la antesala de un más que probable movimiento hacia los mínimos de 2018 (83,97).