En las últimas semanas/meses el cruce se está moviendo de manera muy errática, y lo cierto es que al final todo rebote termina siendo anulado para construir un nuevo mínimo de creciente. De manera que lo que tenemos son impecables máximos y mínimos decrecientes desde principios de 2018.
Y figura de vuelta tampoco tenemos, por lo tanto, cabe seguir apostando por la tendencia de fondo: la bajista. Con un objetivo de caída hacia el importante soporte que tenemos en las inmediaciones de los 1,0725 (hueco alcista de finales de abril de 2017). Y ahí es donde a día de hoy nos subiríamos al carro de las compras con más seguridad, claro está con stop de pérdidas en el propio hueco y en velas semanales.