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La corrección iniciada a mediados de abril en la cotizada parece haber tocado a su fin, sobre todo porque la reacción alcista desde la nueva directriz es de manual, impecable.
Pocos títulos se ven tan claros y sencillos en el momento actual, como el caso de Enagás. Este está rebotando con máxima precisión desde la zona de soporte que le confiere la que es ahora la directriz alcista, por aquello de que ahora sí tenemos tres puntos de tangencia o de apoyo en la misma. La recta que une los mínimos de febrero y octubre de 2018 y que pasa justo por los mínimos de la última caída. Lo que deja muy claro que el soporte a respetar en todo momento lo tenemos en los 24,10 euros. O lo que es lo mismo, en la medida en que no tengamos un cierre por debajo entendemos que se dan las condiciones para apostar por una recuperación de los precios que le termine dirigiendo a los máximos históricos: en los 27,22 euros.
