He de reconocer que es un poco frustrante ver cómo el grueso de los índices del Viejo Continente se encuentran cotizando libre y cómodamente por encima de los máximos de 2014.
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Ellos dejaron atrás, con claridad, el largo lateral por el que se venían moviendo desde el último trimestre de 2013. Sin embargo nuestro selectivo sigue titubeante, a medio camino de la resistencia que presenta en los máximos de 2014 y el fuerte soporte que presenta en los mínimos de octubre. Es cierto que da la sensación de estar dando forma a un potencial triángulo simétrico de continuidad alcista, pero la confirmación todavía no la tenemos.
Y mientras tanto el resto de Europa vuelve a acercarse a las resistencias que presentan en los máximos de la semana pasada con la intención de superarlos para continuar escalando posiciones. Quiero pensar que este gap entre el Ibex 35 y Europa se termine cerrando en el medio plazo pero para ello necesitamos que el sector financiero despierte y, sobre todo, necesitamos de Banco Santander.
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