A la vista del gráfico podemos ver la perfección de la directriz bajista que está frenando cualquier intento de recuperación en los precios de la “moneda única”.
La pendiente es tan vertical que un movimiento en el cruce hacia la zona de los 1,1550 debería ser interpretada como de un simple rebote y nada más. De hecho en la medida en que sigamos teniendo máximos y mínimos decrecientes seguiremos sin tener la menor señal de fortaleza en el cruce.
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