A lo largo de las últimas semanas hemos comentado en distintas ocasiones lo peligrosa de la potencial formación en ‘cabeza y hombros’ semanal a la que estaba dando forma el índice de la locomotora europea.
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Pues bien, tras el rebote (fase de reacción) en el Dax 30 de finales de octubre/principios de noviembre se puede decir que este encaja dentro del típico ‘pull back’ a la línea clavicular de la formación de implicaciones bajistas. Pauta que de cumplirse apuntaría hacia (como mínimo) la zona de los 10.000-10.200 puntos.
En el caso del Euro Stoxx 50 el objetivo de caída le acercaría al origen del último gran impulso, esto es los mínimos de verano de 2016 tras el ‘crash’ por el efecto Brexit en los aproximadamente 2.980-3.000 puntos, esto es un 13% por debajo de los niveles actuales. Por lo que, en teoría, si nos creemos las figuras correctivas ya confirmadas cabría apostar por caídas adicionales medias del 10-12% desde las referencias actuales de precio.
En el caso de nuestro Ibex 35 este no presenta exactamente el mismo gráfico que los grandes índices europeos. Pero sí que tenemos siete máximos decrecientes consecutivos desde mayo. Y así, como se pueden imaginar, no se sube. En el más corto plazo cabe decir que nuestro índice se está mostrando algo más fuerte que nuestros vecinos, ya que cotizamos a un 3% de los mínimos anuales, mientras que el resto de índices está coqueteando ahora mismo con ellos.
A continuación, analizamos el gráfico de tres de los grandes ‘blue chips’ de nuestro selectivo con el objetivo de establecer dónde están las siguientes zonas de control por abajo (soporte) caso de que finalmente perforemos los mínimos de octubre.
BANCO SANTANDER
Lo único a lo que agarrarse en la entidad cántabra es al importante soporte que presenta en los mínimos anuales (3,95), coincidiendo así con un ajuste/retroceso del 61,8% de Fibonacci de toda la subida desde los mínimos de verano de 2016 (efecto Brexti). La perforación de este nivel simplemente daría continuidad a la impecable sucesión de máximos y mínimos decrecientes, acelerando probablemente el ritmo de caídas. En el más corto plazo el siguiente soporte lo encontraríamos en la base del canal bajista, ahora en los 3,85 euros. Es más, de perforarse es muy probable que asistiéramos a una aceleración de las caídas, sin descartar una vuelta al origen del movimiento.
TELEFÓNICA
La operadora está aguantando en los últimos tiempos mucho mejor que el conjunto del mercado. Dicho esto, tenemos una espada de Damocles en el importante soporte que le confiere el hueco alcista de los 7,04 euros. Referencia de precio que se corresponde con el 'gap' alcista dejado en la sesión en la que se confesó ante el mercado. De cerrar dicho hueco (o lo que es lo mismo anularlo), no se puede descartar una vuelta a los mínimos anuales en los 6,59 euros.
REPSOL
La petrolera acumula una caída del 15% desde los máximos anuales que a su vez también lo son históricos (17,51). En el corto plazo el gráfico no apunta buenas maneras. Y es que, por un lado, tenemos una impecable resistencia en la directriz bajista de muy corto plazo. Y además, corre el riesgo de que finalmente perfore el importante soporte que presenta en los mínimos de octubre (14,69) dando forma así a un potencial gran 'cabeza y hombros' que apuntaría, como mínimo, hacia niveles de soporte cercanos a los 13,30-13,35 euros como objetivo de caída más inmediato. Es más, en realidad si nos creemos la potencial figura de implicaciones bajistas la teoría reza que, como mínimo, debería caer la altura de la 'cabeza': lo que le proyectaría a niveles cercanos a los 12,5 euros.