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Dentro de la impecable fase correctiva de medio plazo (máximos y mínimos decrecientes), nos quedamos con el doble apoyo, que no doble suelo, de los títulos de la entidad financiera.
Esto hace que se nos abra una nueva ventana de trading por el lado largo o alcista, colocando un stop loss en precios de cierre por debajo del soporte que tenemos en los mínimos anuales (2,85). Otra estrategia será la de esperar a tener la confirmación en velas semanales de la superación de la resistencia que presenta en los 3,16-3,17 euros. En cuyo caso, de ser superada, tendremos la confirmación de un potencial “doble suelo”, con objetivo en los 3,4 euros y por encima los 3,60-3,62 euros. En las dos estrategias, el stop de pérdidas es el mismo (por el momento), los mínimos anuales. La perforación de los mínimos anuales sería otra clara señal de debilidad, por cuanto estaría dando continuidad a la impecable sucesión de máximos y mínimos decrecientes. Y así no se sube. De confirmarse este último escenario, no descartamos una caída hacia la zona de los 2,60-2,65 euros (ajuste del 61,8%) de toda la gran subida previa.
El pasado mes de febrero conocimos que el consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, intentaba mandar una señal de confianza al mercado al comprar 101.000 acciones del banco tras el enorme castigo bursátil que sufrió la entidad después de presentar sus últimos resultados. Unas cuentas que no convencieron a los inversores y que provocaron fortísimas pérdidas en bolsa. Según notificó Gonzalo Gortázar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, compró un total de 101.385 acciones del banco a un precio unitario de 2,98 euros. Esto ha permitido al consejero delegado elevar su participación en el capital hasta el 0,013% desde el anterior 0,011%, según consta en los registros del regulador.
