A la vista del gráfico semanal de los títulos de BBVA cabe decir que a pesar de presentar una impecable tendencia bajista (máximos y mínimos decrecientes) hay detalles que nos hacen no perder la esperanza de que, quizá, hayamos visto los mínimos de la última corrección.
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Por un lado podemos apreciar de forma sencilla lo impecable del rebote desde la directriz alcista de largo plazo, ahora ya con tres puntos de apoyo en la misma. De hecho si unimos los mínimos de 2009 y de 2012 obtendríamos una recta de aceleración que pasa, al tick, por los mínimos de la sesión del tsunami de ventas tras el Brexit (en los 4,50 euros). Y, además, se podría decir que a poco más que el rebote tenga continuidad podríamos empezar a tener divergencias alcistas entre el precio y algunos de los osciladores de momento, entre ellos el estocástico. Por lo tanto no parece una locura el aprovechar las correcciones para posicionarse largo (o alcista) en el título con un stop loss, en cierres, por debajo de los mínimos anuales.
Gráfico semanal - BBVA
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