Durante la semana pasada el precio del futuro del barril de petróleo tipo West Texas nos dibujó una pequeña figura en forma de “martillo”.
Pauta que cuando se da tras una fuerte corrección previa, como es el caso, suele ser indicativo del inicio de un rebote de corto plazo. Rebote que podría prolongarse durante algunas semanas dado que el desplome del petróleo comenzó a finales de junio.
Ahora bien, la condición para que el rebote pueda tener continuidad en el tiempo pasa porque no se perforen los mínimos de la semana pasada ($53,60). Y es que perforar los mínimos de la semana pasada debilitarían más si cabe la actual estructura de precios. ¿Hasta dónde podría caer? Sinceramente es imposible saberlo, y más cuando no observamos soportes de relevancia hasta los mínimos de 2009 en los $33,20.
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