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Rebotes puntuales aparte, y más en un título tan volátil como este, debemos saber que todo apunta a que al final reste la totalidad del último impulso alcista: volver a los mínimos de 2017.
Los títulos del gigante del acero acumulan una caída desde los máximos anuales del 40%. Y, rebotes aparte, todo apunta a que no habrá rebotes importantes hasta que este ponga a prueba la importante zona de soporte que presenta en los mínimos de 2017, el origen del último gran impulso alcista en los 17,70 euros. Figura de vuelta no tenemos, ni tampoco de agotamientos de las caídas. De hecho, desde los máximos de mayo el precio presenta impecables máximos y mínimos decrecientes, que no es otra cosa que la definición más sencilla de lo que es una tendencia bajista. Y así no se sube. Por el lado de las resistencias, la más inmediata la encontramos en los 20 euros, que es el último máximo decreciente.
