A la vista del gráfico semanal del euro/dólar podemos ver cómo tenemos al cruce inmerso dentro de una clara tendencia bajista de medio y largo plazo, o eso es lo único que se puede deducir de la impecable sucesión de máximos y mínimos decrecientes, además del canal bajista por el que se viene desplazando el precio desde 2008.
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Ahora bien, para poder apostar por un rebote mayor que el actual necesitamos que el euro/dólar termine confirmando, con holgura y preferiblemente en velas semanales, por encima de la resistencia de los máximos de agosto en los 1,17140. Sólo por encima de dicha resistencia empezaremos a barajar la posibilidad de que el cruce pudiera estar construyendo alguna figura de vuelta desde la que intentar rebotar con mayor ímpetu de cara a los próximos meses. A día de hoy lo único interesante es que al menos la última gran caída se frenó ligeramente por encima del soporte que presentaba en los mínimos de 2015 en los 1,04610.
(Gráfico semanal - euro/dólar)
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