- En el conjunto de 2016, sin embargo, las ganancias del banco se elevarán un 28%, hasta los 3.380 millones, según las previsiones
BBVA presenta este jueves sus resultados del cuarto trimestre de 2016 y del conjunto del ejercicio. Las previsiones de los analistas no son buenas, ya que prevén impactos extraordinarios en la mayoría de áreas geográficas en las que trabaja el banco.
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El segundo mayor banco español afronta un escenario minado para su cuenta de resultados. Allá donde está, allá donde hay problemas. España y México, donde se generan ocho de cada diez euros de beneficio de la entidad, sufrirán las consecuencias de dos grandes extraordinarios ocurridos en la recta final de 2016.
Primero, la sentencia europea que anula las cláusulas suelo del pasado 20 de diciembre ha obligado al banco que preside Francisco González a realizar provisiones extraordinarias por valor de 577 millones de euros hasta la fecha, aunque el riesgo potencial asociado por esta cuestión se eleva hasta los 1.200 millones, según los analistas.
El segundo, la llegada a la presidencia de EEUU de Donald Trump y los efectos demoledores que sus políticas están provocando en México. Al terremoto sobre su divisa -el peso se ha desplomado cerca del 20% desde que el extravagante político ganó las elecciones el pasado 8 de noviembre.
Pero a BBVA también le preocupa Turquía, otro de sus grandes mercados desde que se hizo con el control de Garanti, el segundo banco del país. Además de la inestabilidad de la lira turca, su negocio comienza a verse afectado por las tensiones inflacionistas y el incremento de la inestabilidad en la región por el aumento de amenaza terrorista en el país.
Su beneficio neto en el cuarto trimestre (octubre-diciembre) se derrumbará un 41% en tasa interanual, hasta los 554 millones de euros, según el consenso de analistas de Factset. En el conjunto de 2016, las ganancias del banco se elevarán un 28% anual, hasta los 3.380 millones, según el consenso.
Las acciones de BBVA comienzan a perder el favor de los analistas y registra su menor nivel de consejos de compra en más de un tres años (31%), mientras que los que recomiendan ‘vender’ se elevan hasta su nivel más alto en doce meses.
