El petróleo ha experimentado un año de mucha volatilidad en el mercado. Por si fuera poco, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, el grupo conocido como la OPEP+, han recortado su previsión de demanda para el próximo año y podrían extender los recortes actuales más allá de enero. En este contexto, ¿se puede ganar en bolsa invirtiendo en petroleras? Berenberg cree que sí y tiene un as en la manga: Galp.
Estos analistas inician la cobertura de la cotizada portuguesa con un consejo de 'compra', y le otorgan un precio objetivo de 21 euros por acción. Desde los precios de cierre del pasado viernes 21 de noviembre, esta valoración dibuja un potencial alcista superior al 30% para Galp. En lo que va de año, la firma lusa ha repuntado cerca de un 20%.
La visión positiva de la firma alemana sobre Galp se sustenta en el reciente descubrimiento del yacimiento en el campo de Mopane, en la costa de Namibia, que esperan que proporcione "catalizadores a corto plazo", como perforaciones de evaluación y la conclusión de una cesión parcial, e impulse el crecimiento a largo plazo en producción, flujo de caja y retornos para los accionistas.
Cabe recordar que se estima que este yacimiento podría aportar al menos 10.000 millones de barriles equivalentes de petróleo (BEP). Esa cantidad sería suficiente para cubrir la demanda de España durante casi dos décadas.
"El enfoque a corto plazo de Galp está en mitigar riesgos del activo mediante perforaciones de evaluación, con una cesión parcial que probablemente concluya en el segundo semestre de 2025. En términos posteriores a la cesión, valoramos la participación de Galp en Mopane en 6.950 millones de dólares, con un ajuste por riesgo del 60% en nuestra valoración. Nuestro análisis sugiere que el mercado solo está valorando el 20% del valor no ajustado por riesgo, lo que consideramos excesivamente cauteloso dada la calidad y escala del descubrimiento, los términos fiscales atractivos y su potencial de flujo de caja a largo plazo", explica Berenberg.
Por otro lado, la firma germana señala que la producción de bajo coste respalda el gasto en capital ('capex'). En concreto, estos expertos esperan que Galp produzca 110.000 BEP desde sus activos en Brasil en 2024, cantidad que se podría incrementar hasta los 130.000 BEP en 2026. "Con costes de 2,5 o 3 dólares por BEP, estos son activos de bajo costo y el principal contribuyente a un flujo de caja operativo (CFFO) estable de aproximadamente 2.000 millones de euros entre 2025 y 2028", apunta Berenberg.
De igual modo, la firma alemana proyecta un incremento del 9% del flujo de caja libre (FCF) en los próximos dos años, aunque el 'capex' de crecimiento reduce este promedio al 2% en el período 2027-2029. En este sentido, estos analistas creen que "será necesario" un "leve" aumento en el endeudamiento, con un apalancamiento inferior a 1, y esperan que los dividendos y las recompras de acciones estén "asegurados". "Esperamos que el CFFO se duplique en los años siguientes a la primera extracción de petróleo en Mopane (suponemos que en 2029), lo que debería respaldar un aumento significativo de la rentabilidad para el accionista", agrega.
Asimismo, Berenberg prevé retornos "relativamente estables" para los accionistas del 6% al 6,5% en el medio plazo, con un "potencial significativo" de crecimiento a largo plazo, impulsado principalmente por el flujo de caja del desarrollo de Mopane. "Galp cotiza con una prima frente a sus pares, pero consideramos que está justificada dado el alcance del descubrimiento en Namibia", añade la firma.
POSIBLE OBJETIVO DE FUSIONES Y ADQUISICIONES
Por otro lado, estos analistas creen que, aunque es "difícil de predecir", la cartera de Galp posiciona a la firma como una "opción atractiva e interesante" para aquellos competidores interesados en fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés).
Según Berengerg, Galp es "pequeña" en el contexto de las empresas integradas europeas, así como respecto a Exxon y Chevron, con un 0,7% de la producción total entre 2025 y 2030. Sin embargo, por empresa, podría suponer entre un 3% y un 9% durante el mismo periodo, excluyendo a Repsol (28%) y OMV (55%), las cuales no creen que sean "opciones realistas" para adquirir Galp.
"El crecimiento a corto plazo procede de Bacalhau, que añadirá un 30% a mediados de 2025. Desde una perspectiva a más largo plazo, nuestros modelos iniciales sugieren que Bacalhau fase 2 y Mopane podrían duplicar con creces la producción de Galp hasta alcanzar los 243.000 barriles/día en 2030, y potencialmente por encima de los 400.000 barriles/día en 2035. Además, a un precio de entre 2 y 3 dólares por barril, es probable que la cartera de exploración y producción de Galp aumente sus costes en comparación con sus competidores y resulte atractiva en términos de flujo de caja", prosigue la firma.
Asimismo, Berenberg subraya que, desde el punto de vista de la vida de las reservas y la sustitución de reservas, Galp se encuentra actualmente "en la mitad del pelotón", con 8,6 años y un 78%, respectivamente. Sin embargo, estas métricas no tienen en cuenta la inclusión del yacimiento Mopane, que se incluirá "muy probablemente" en los resultados de 2025.
Por ello, ven "probable" que las métricas de Galp se acerquen "al extremo superior del grupo" una vez que comience a contabilizar las reservas de Mopane y resulten "atractivas" para aquellas empresas que han tenido "dificultades" para añadir reservas en los últimos años.
"También tendrá la fase 2 de Bacalhau para añadir en FID, lo que proporcionará una subida adicional a corto plazo. En resumen, creemos que el negocio de 'upstream' de Galp sería atractivo, y potencialmente acrecentador, para sus homólogas integradas ", agrega Berenberg.
Finalmente, la compañía teoriza sobre cuál podría ser la firma que adquiera a la compañía portuguesa. En un primer vistazo, Berenberg parece descartar a las estadounidenses Chevron y Exxon ya que, tras las adquisiciones de Pioneer Resources y Hess Corporation, valoradas ambas en más de 50.000 millones de dólares, los reguladores podrían plantear problemas a la adquisición de Galp. A su vez, TotalEnergies tampoco parece, a pesar de la salud de sus cuentas, una opción probable, debido al potencial del yacimiento Venus de Namibia.
Menos interrogantes parece haber con Shell, que tiene un "sólido balance", con una deuda neta (excluidos los arrendamientos) inferior a 10.000 millones de dólares. Además, destacan que la compañía tiene la ambición de añadir 500.000 BEP diarios de producción 'upstream' y su "limitada cartera de exploración y producción" podría justificar la operación. "La empresa también dejó recientemente la puerta abierta a operaciones de upstream anticíclicas, potencialmente centradas en cuencas de aguas profundas donde tiene una presencia establecida, pero también con el objetivo de mejorar las métricas de FCF por acción", agrega Berenberg.
Por otro lado, estos analistas destacas la opción de BP, debido a que Galp "podría ofrecerle una forma de revitalizar sus ambiciones 'upstream' y elevar la categoría de la cartera", y de Equinor, a la que la adquisición de Galp ofrecería "mejores rendimientos en efectivo a corto plazo que su reciente adquisición de una participación del 10% en Ørsted". No obstante, la firma alemana cuestiona la solidez del balance de Equinor, así como su apetito por las grandes fusiones y adquisiciones internacionales centradas en el 'upstream'.