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Sede de Caixabank en BarcelonaCAIXABANK - Archivo

El optimismo se instala en CaixaBank. Barclays y Berenberg recomiendan 'comprar' los títulos de la cotizada española tras sus buenos resultados y elevan su precio objetivo hasta los 5,8 euros desde los 3,8 euros anteriores en el caso de la firma británica y hasta los 5,2 en el caso de la firma germana. Desde los precios actuales, estas valoraciones reflejan un potencial alcista de más del 30%.

Los expertos de Barclays justifican esta mejor valoración debido al aumento del BPA ajustado previsto (alrededor de un +12% respecto a la media del sector) y a unas perspectivas de ingresos netos por intereses "mejores de lo esperado" y a la consiguiente mayor rentabilidad para los accionistas de CaixaBank. Esta tesis es defendida en gran parte por los estrategas de Berenberg, quienes señalan a la entidad dirigida por Gonzalo Gortázar como "una de nuestras principales selecciones en la zona euro", de la cual destacan que "la sostenibilidad de sus rendimientos sigue estando infravalorada".

"Tras otra mejora de su margen de intereses, creemos que puede mantener un RoTE del 14% en los próximos años. Prevemos que esta mejora de la rentabilidad pueda traducirse en mayores distribuciones de capital, lo que equivaldría a una rentabilidad total del 13% anual. Teniendo esto en cuenta, creemos que CaixaBank parece barato, cotizando en línea con el sector, sobre una base de ratio precio-beneficio a dos años", apuntan desde Berenberg. Asimismo, la firma alemana eleva sus estimaciones de BPA entre un 5% y un 9% "gracias al aumento de los ingresos, compensado en parte por el incremento de los costes".

Asimismo, estos expertos señalan que la mejora de las previsiones de ingresos netos por intereses (10.000 millones de euros) provoca que también Berenberg eleve sus previsiones en este frente y esperar así que "sean más fuertes durante más tiempo". "La revalorización en curso de los activos a tipos de interés más altos (cerca de un 30% de su cartera hipotecaria aún tiene que revalorizarse por encima del 3% de Euribor), junto con el vencimiento parcial de su cobertura de depósitos, podría compensar el aumento esperado en las apuestas de depósito. Nuestras estimaciones para 2025 caen junto con los tipos de interés oficiales hasta niveles que siguen siendo un 47% superiores a los de 2021", explican.

Por otro lado, desde Berenberg destacan que las expectativas de costes parecen "bien ancladas", lo que "limita la posibilidad de decepción", ya que se espera que la inflación en España se sitúe entre el 3 y el 3,5% en 2023 y 2024 y cerca del 2% en 2025. Esto, apuntan, podría "limitar" las "presiones" de los sindicatos en las próximas negociaciones salariales.

"Además, es probable que continúen las inversiones en el negocio, lo que podría aumentar las presiones sobre los costes. Sin embargo, estas presiones se reflejan en las estimaciones de consenso, que prevén que los costes crezcan un 4% CAGR en los próximos dos años. Esta cifra se sitúa en el extremo superior de la tasa media de crecimiento anual de los costes del banco (3-4%)", agregan.

Así, estos estrategas creen que todos estos factores acabarán repercutiendo de forma directa en los accionistas. En este sentido, los expertos de Berenberg subrayan que, "sin vientos en contra de capital" a la vista y con "un apetito limitado por el crecimiento inorgánico" y una generación trimestral de capital orgánico de 50 puntos básicos, CaixaBank "está bien situada" para aumentar sus distribuciones de capital.

"Prevemos un desembolso total del 75% anual durante los próximos tres años, vía dividendos y recompras. Esto se traduce en una rentabilidad total del 13% anual, por encima de la media del sector del 11%. Además, estimamos que el banco dispondrá de 60 puntos básicos de capital por encima del objetivo de la dirección del 12% de ratio CET1 para 2025. Esto garantiza que una posible prórroga del impuesto a las ganancias extraordinarias de la banca por un año más (20-25 puntos básicos de capital) sería manejable", sentencian.

Finalmente, los analistas de la firma alemana señalan que los principales riesgos de esta tesis son el efecto negativo que podrían tener las actuales tensiones geopolíticas en las perspectivas para España y Europa en su conjunto. De igual modo, destacan que una recesión profunda afectaría a la rentabilidad de la entidad, así como una mayor inflación de costes de la esperada o la prórroga del actual impuesto extraordinario a la banca, que podría mermar la rentabilidad de CaixaBank.

El pasado viernes CaixaBank informó que obtuvo un beneficio neto atribuido de 3.659 millones de euros entre enero y septiembre de 2023, frente a los 2.469 millones obtenidos en el mismo periodo de 2022, lo que supone un incremento del 48,2%. En el tercer trimestre, el beneficio neto subió un 18,8%, hasta 1.522 millones.

En la presentación de resultados, Gonzalo Gortázar, CEO de la entidad, confirmó que esperan "superar el objetivo fijado en el plan estratégico de repartir 9.000 millones de euros a los accionistas hasta 2024". "Vamos a generar capital orgánico de manera sustancial el próximo año. Vamos a mantener el pay out entre el 50% y el 60% para este año y decidiremos la política para 2024 en el momento oportuno, pero no tengo duda de que seguiremos distribuyendo el exceso de capital a nuestros accionistas", añadió.

Asimismo, Gortázar descartó nuevas operaciones corporativas y criticó duramente el impuesto extraordinario a la banca, señalando que hay un "trato diferencial y negativo" sobre el sector. "Los beneficios extraordinarios no se están produciendo, los bancos son fundamentales para la economía y gravar a la banca más es pegarse un tiro en el pie, porque es el sistema circulatorio de la economía", sentenció el CEO de CaixaBank.

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