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Los analistas de Bankinter consideran que los recortes de rating a Grifols anunciados este jueves por las agencias S&P y Fitch son "negativos, aunque esperados, tras conocerse el 6 de marzo que Moody’s ponía su calificación en revisión, aunque no ha habido ningún anuncio posterior por parte de esta otra agencia".
Según su valoración, los recortes de rating "afectan negativamente a la cotización de las emisiones de deuda en circulación y previsiblemente elevarán el coste de cualquier refinanciación futura".
Para estos expertos, "el riesgo está en que, si no lograse refinanciar los siguientes vencimientos o no generase cash flow libre positivo (de hecho, en 2021, 2022 y 2023 el cash flow libre fue negativo y esperamos que tampoco haya cash flow libre en 2024), la compañía podría verse obligada a vender más activos para repagar deuda y acabar siendo troceada".
En la misma línea, los expertos de Banco Sabadell comentan que los recortes de rating son "negativos, aunque en gran medida esperados tras el deterioro de las perspectivas de generación de caja para 2024".
Este jueves, S&P Global Ratings recortó el rating de Grifols a 'B' por una "menor generación de flujo de caja libre y riesgos de refinanciación", según ha explicó la agencia calificadora en un duro comunicado emitido este jueves. Además, situó su perspectiva en 'negativo' para un posible recorte adicional. Asimismo, Fitch hizo un movimiento similar, bajando su calificación a 'B+' desde 'BB-'.
MOODY'S TAMBIÉN ESTUDIA REBAJAR EL RATING
El recorte de rating de S&P y Fitch vino precedido de un análisis realizado por otra agencia de calificación, Moody's, que el pasado 6 de marzo situó su 'rating' en revisión para una rebaja.
Esta agencia también mencionó como un factor negativo que los resultados de Grifols mostraron una generación de flujo de caja libre (FCF) más débil en 2023-24 de lo que Moody's había proyectado.