Nadie detiene el desplome, aunque parece que los títulos logran contener las pérdidas. Las acciones del Banco Espirito Santo (BES) han cerrado con una caída del 14,61%, apenas una mejora respecto al desplome de hasta el 20% que han llegado a registrar a lo largo de la mañana. De poco han servido los esfuerzos que ha hecho la entidad por tranquilizar al mercado informando sobre su estructura accionarial y realizando cambios en la dirección de la entidad.
Así, el cambio de directiva en Banco Espirito Santo (BES) y la reducción de la participación Espirito Santo Financial Group (ESFG) no han sido suficiente para calmar el desplome en bolsa de las acciones del banco portugués que ayer también perdían más de un 7% en bolsa. Con la de hoy, ya encadena siete jornadas a la baja.
Pasadas las 15.30 horas, BES experimentaba un repunte cercano al 5%. Una ilusión que ha durado poco, ya que minutos después los títulos volvían a caer a niveles negativos, para cerrar finalmente con un desplome del 14,62% en 0,38 euros, por debajo de su mínimo histórico.
Nuestro analista técnico José María Rodríguez explica que el desplome que han sufrido las acciones esta mañana perfora el único soporte que presentaba, los mínimos históricos que marcó en junio de 2012 en los 0,392 euros. Esto quiere decir que tenemos al título en lo que técnicamente denominamos "caída libre absoluta. O lo que es lo mismo, sin zonas de soporte de ningún tipo. Técnicamente no existe una señal de debilidad más fuerte que la de entrar en caída libre".
Esta caída libre ha llevado a la entidad a tocar un nuevo mínimo histórico en 0,3 euros, un precio que está en línea con los 0,34 euros fijados en la venta por parte de la familia Espirito Santo y su sociedad ESFG, que se desprendió de un 5% del capital del banco y redujo su participación al 20,1%.
LOS PASOS DE LA ENTIDAD
El Banco de Portugal ha acelerado el nombramiento de un nuevo presidente de la entidad, tras solicitar a la administración de BES una reunión de emergencia la noche del domingo para nombrar al economista Vítor Bento en el cargo de presidente ejecutivo. Por su parte, el banco ha dicho que tiene capital suficiente para cubrir cualquier posible déficit que resulte de su exposición a las empresas de la familia Espírito Santo.
Sin embargo, la entidad está negociando un aplazamiento con Portugal Telecom, operadora a la que debía pagar este martes una deuda de 875 millones de euros, según informa El País. Este aplazamiento incluye una reestructuración de los planes de pago, situación que no va a ayudar a la mejora de la cotización de BES.
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