- Rajoy ha logrado el apoyo de los de Albert Rivera y Coalición Canaria para la investidura
- Vuelven los rumores sobre unas posibles terceras elecciones que podrían celebrarse en Navidad
Bolsamanía sigue minuto a minuto todo lo que ocurre en España tras las nuevas elecciones que se celebraron el domingo 26 de junio. Unas elecciones que buscaban sacar a nuestro país del atasco político en el que se encuentra después de las pasadas elecciones del 20D y de una investidura fallida, la del socialista Pedro Sánchez.
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Tras escrutarse el total de los votos emitidos, se confirmó la victoria del bipartidismo y el fracaso de la coalición de izquierdas de Unidos Podemos: no hubo 'sorpasso' de los de Pablo Iglesias y Alberto Garzón al Partido Socialista. El PP logró 137 diputados mientras que el PSOE se mantuvo como segunda fuerza política, aunque empeoró sus resultados del 20D al lograr únicamente 85 escaños, cinco menos. Unidos Podemos se quedó con 71 diputados mientras que Ciudadanos, que también empeoró sus resultados de 2015, logró 32 sillones en el Congreso frente a los 40 anteriores.
Rajoy no descarta terceras elecciones si no hay Gobierno en septiembre
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, baraja todas las opciones si finalmente no consigue ser investido presidente en las próximas semanas. Estudia incluso opciones extremas en el caso de que Ciudadanos persista en su posición de intransigencia.
Tal y como informa El Mundo, Rajoy no descarta la autodisolución de las Cortes para proceder a la convocatoria de las terceras elecciones si no hay Gobierno en septiembre. El presidente, al igual que en la pasada legislatura, no quiere presentarse ante el Congreso sin garantías de éxito, sólo para poner en marcha el reloj constitucional, que se activa a partir de la primera votación de investidura.
Análisis | Gobiernos en minoría y moción de censura
En España, la moción de censura es constructiva, de acuerdo con el modelo alemán, porque así lo quisieron los constitucionalistas en 1978, preocupados como estaban por la necesidad de estabilidad de los gobiernos, que en general no sería monocolores sino de coalición –se pensaba- porque el sistema electoral elegido era proporcional (después se comprobó que la corrección introducida por la ley de d’Hondt engendraba gobiernos monocolores en todos los casos… hasta ahora).
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