Está en conversaciones con el Gobierno y la UE por los aranceles y pide incentivos para coches eléctricos
BARCELONA, 3 (EUROPA PRESS)
El consejero delegado de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, ha lamentado que la compañía esté sujeta a los aranceles que la Unión Europea (UE) ha impuesto a los coches eléctricos fabricados en China, como es el caso del modelo de Cupra Tavascan: "Corre peligro nuestra empresa".
Lo ha dicho en un encuentro con medios este lunes tras la presentación en Barcelona del nuevo modelo Cupra Terramar, un deportivo electrificado que llegará a las calles a principios de noviembre y que Griffiths espera que ayude a "ganar muchos clientes" y hacer crecer la marca.
Según Griffiths, actualmente, y si se mantienen los aranceles para el Tavascan, por cada coche que vendan estarán "perdiendo dinero", lo que afectará el cierre de cuentas de este 2024, aunque ha rechazado la idea de subir el precio del vehículo (unos 52.000 euros).
"Estos aranceles estaban teniendo el propósito de evitar que viniese una avalancha de coches baratos de China, coches chinos, de marcas chinas, nuestro coche no es barato, es una marca europea, es un diseño europeo", ha defendido.
En este sentido, ha avanzado que están en conversaciones con el Gobierno de España y con la Unión Europea para encontrar una solución individual para su "situación especial", como la de bajar o suprimir el porcentaje actual del 21% de aranceles, algo con lo que Griffiths se ha mostrado confiado.
BAJADA DE LA PRODUCCIÓN
Ha alertado de que los aranceles pueden afectar a la fabricación: "Tendríamos en el peor de los casos, que reducir la producción de los coches que fabricamos en España, para llegar al nivel de CO2 que tenemos que cumplir", en referencia a las normativas europeas.
Preguntado por la posibilidad de trasladar la producción de este coche a Europa, Griffiths ha rechazado la idea porque ya han invertido en China y "doblar las inversiones sería muy difícil para hacer rentable el proyecto".
EL COCHE ELÉCTRICO "NO ARRANCA"
Griffiths ha reiterado que su máxima preocupación es que "el coche eléctrico en España no arranca", por lo que ha pedido que el Gobierno apruebe incentivos fiscales que den ventajas a los clientes que apuesten por comprar este tipo de coches.
En referencia a la temprana electrificación de la planta de Martorell (Barcelona), ha dicho que prefiere "tener un futuro prematuro que no tener un futuro", por lo que ha abogado por luchar por la electrificación.
Preguntado por si el anuncio del grupo de automoción Volkswagen de no descartar el cierre de plantas y los despidos forzosos en Alemania puede afectar a Martorell, ha dicho que no: "Hemos hecho los deberes".