"Europa tendrá un invierno tranquilo sin gas ruso, pero no puede dormirse en los laureles"
La guerra de Ucrania pronto cumplirá un año desde su inicio. En ese tiempo, el conflicto no solo ha sido protagonista por su dimensión bélica, sino también por la económica. Las numerosas sanciones impuestas a Rusia por Occidente han tratado de ahogar el poder financiero de Moscú que, a su vez, golpeó de vuelta: cortando el grifo del gas y del petróleo. La respuesta fue especialmente dura para Europa, que vio como la energía se disparaba hasta alcanzar precios nunca vistos y se vio obligada a emprender una carrera contrarreloj para llenar sus reservas para el invierno al tiempo que trataba de reducir su dependencia de Rusia. Hoy, lo que hace meses parecía una utopía, es una realidad: el precio del gas sigue cayendo y el pronóstico de cara a la próxima temporada de frío es cada vez más positivo.