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No se ha roto la tendencia alcista
La pregunta que recoge el título de esta nota no hubiera tenido sentido hasta septiembre. ¿Dudar sobre la tendencia alcista del mercado? en aquel momento hubiera sido perder el tiempo. Y el tiempo es muy valioso con un mercado que sólo sube. Comprar en las caídas, naturalmente.
Pero el debate es ahora mucho más encendido. Como los científicos, muchos inversores han tenido que tocar (sufrir) la caída del mercado para creerla. Y quizás debido a la incredulidad de partida tras varios años de subida casi ininterrumpida, las caídas han sido tan virulentas y con tanto volumen. Me temo que aunque asistamos a corto plazo a una recuperación más o menos intensa del mercado, la inestabilidad viene para quedarse durante algún tiempo. Y con ella deberemos aceptar un movimiento en rangos del mercado. Por cierto, aunque es fácil equivocarnos en estos momentos, el rango bajo al que me refería antes podría ser menor a los recientes niveles mínimos. Sí, muchos tendrán la tentación en algún momento de vender en la subida. Sean pacientes y no se dejen llevar por un pronto.
¿Qué no les he respondido aún a la pregunta? realmente es que no tiene una respuesta clara a corto plazo. No se ha roto la tendencia alcista, pero tampoco tiene sentido retomarla considerando el daño que ha producido la actual crisis (o minicrisis) sobre la confianza de los inversores. Ya sé que me dirán que estos no se caracterizan precisamente por su gran memoria. Es cierto. Pero, en este caso tendrán dos factores que de vez en cuando les recordaran los problemas de fondo: los bancos centrales y los imponderables.
¿Qué los comentarios de Bullard del jueves fueron determinantes para frenar la caída de las bolsas? Dinero y más dinero. Al final, hablar de un QE4 (¿no era ya el QE3 un QEn? Demasiada complicado) ya es positivo para el mercado. Y lo hubiera sido mucho más en el pasado reciente. Pero ahora todos ya hemos confirmado (la teoría ya lo había advertido) que el margen de actuación de la política monetaria es limitado para expandir la economía. Por el contrario, es muy eficiente en deprimirla. Perdón: es eficiente en luchar contra la inflación y no tanto en expandirla cuando los problemas son estructurales. Y el Mundo tiene problemas estructurales. Sobre esta base, les anticipo que el debate dentro de los bancos centrales sobre la forma de proceder en el futuro será constante y probablemente cada vez más acarolado. Por cierto, Bullard no tiene derecho a voto hasta principios del año próximo.
El otro factor con el que tendremos que convivir en el futuro próximo son los imponderables: geopolíticos, políticos y hasta el Ébola. De hecho, por qué no, podríamos también incorporar a la lista hasta a los propios mercados: demasiada liquidez por un lado; demasiado apalancamiento por otro. Y una volatilidad que, por fuerza, debe ser alta o más alta que la mínima reciente. Pero, a la vez, una volatilidad que permita una gestión racional de la cartera y no la locura o sell-off de la semana pasada. Quizás los inversores deban enfocarse más en el futuro próximo en los datos macro y menos en los comentarios de las autoridades. Y así debe ser, aunque esto sea dejarse llevar por unos datos ambiguos. Tanto o mucho más por el momento que la ambigüedad de los mensajes desde los bancos centrales.
Sí, mejor dejarse llevar por los flujos. Y el viernes pasado ya conocimos como los fondos de bolsa USA fueron de los pocos a nivel mundial en recibir nuevas inyecciones de dinero. El resto, europeos y asíaticos, en general emergentes, registraron salidas de fondos. No era la primera vez que esto ocurría pero admito que fue especialmente elocuente al mostrar el carácter selectivo de los inversores. Algo de esto vimos en los siguientes meses a mayo en 2014 una vez que la Fed comenzó a hablar del Taper. Nos llevó seis meses adaptarnos a ello. Ahora espero que sea menos tiempo. Quizás hasta final de año. Si las cosas van bien, naturalmente. Accidentes al margen.
José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España