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¿Cómo delimitar el deterioro de las expectativas de inflación?
¿Lo recuerdan? “si hay un nuevo deterioro de las perspectivas de inflación”. Esta fue una de las condiciones impuestas por el Presidente Draghi tras la última reunión mensual para iniciar un nuevo proceso de expansión monetaria que, bajo el margen actual existente, sólo podría pasar por aprobar un QE. ¿Y la otra condición? Que las medidas dispuestas hasta el momento no hayan sido suficientes. Pero, creo que son condiciones independientes. Y pesa mucho más la inflación, al fin y al cabo el mandato objetivo del ECB.
Pero, ¿cómo delimitar el deterioro de las expectativas de inflación? No es nada fácil, considerando que son alto intangible con diferentes opciones para concretarse. ¿El consenso de previsiones de los analistas? ¿quizás el breakeven de los bonos indexados a inflación? Probablemente ambas. Incluso, por qué no, el propio nivel de inflación actual. De hecho, en el mandato del ECB se habla de la inflación y no de la previsión de inflación. Pero es cierto que es un objetivo a medio y largo plazo.
Miren ahora este gráfico: pueden observar la evolución comparada de la inflación general y subyacente. Es más, pueden valorar también el comportamiento de la energía, alimentos y de los servicios/manufacturas no energéticas.
Todos los componentes de los precios han contribuido a la moderación de su crecimiento anual, aunque es cierto que en una diferente magnitud. De hecho, se podría decir que la inflación subyacente se ha mantenido relativamente estable en el último año cuando la caída de la inflación general ha sido una consecuencia tanto del propio descenso de los precios externos como de la fortaleza pasada del EUR. Los precios de las commodities han profundizado su descenso, pero el EUR ha revertido buena parte de su subida de los últimos meses. Y es también probable que no haya finalizado, lo que puede mitigar parte del impacto a la baja en la inflación derivado del descenso de los precios del crudo y alimentos. Mitigar no es lo mismo que impedir.
El ECB espera que la inflación se eleve progresivamente al alza en los dos próximos años hasta su nivel objetivo del 2.0 %. Detrás de esta previsión (que no deseo…espero) se encuentran varios factores: 1. el ajuste del slack de la economía europea a medida que consolide su recuperación; 2. las medidas financieras de liquidez aplicadas hasta el momento, incluyendo la mayor disposición de crédito que supone la recuperación de la confianza en el sector financiero tras los análisis de resistencia y solvencia; 3. La depreciación del Euro; 4. la estabilidad e incluso reversión de la caída de los precios externos. ¿No ven factibles estos factores inflacionistas a corto plazo? ¿acaso alguien esperaba que cinco años tras el inicio de la Crisis aún estuviéramos discutiendo los riesgos de deflación?.
Pero, mientras llega la esperada “mejora” de la inflación lo cierto es que los riesgos internos (incluidos los políticos) y externos (incluida la geopolítica) sin duda suponen una amenaza un shock difícil de evaluar pero con un elevado potencial impacto a la baja en la inflación Pensemos, además, en el carácter preventivo de éxito de la política monetaria y su limitada efectividad para provocar inflación. Sí, el QE puede estar más cercano de lo que muchos creen.