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Las manos fuertes salvaron al mercado
El día 29 de octubre de 1929 ha pasado a la historia como el crack de la bolsa de Nueva York. Dio origen a la mayor crisis de la historia hasta la que vivimos actualmente. Sus efectos fueron no solo en la economía sino en toda la vida política, cultural, moral, social y personal de los ciudadanos americanos. El capitalismo fue puesto en tela de juicio como sistema.
El 24 de octubre de 1929 o lo que se denomina el famoso "Jueves negro". Ese jueves la bolsa neoyorquina toco suelo. Por ese motivo se inicia la depresión de la década de los 30.
El 21 de octubre esas ventas subieron y solo pudieron pararse por la compra masiva de títulos que llevaron a cabo las entidades financieras más potentes; lo que hoy denominamos, manos fuertes.
El 24 de octubre salen en venta casi 13 millones de títulos que no consiguen colocación en el mercado. Para el día 29 se estima que la cifra rondaba los 33 millones.
La bolsa empezó a bajar y los inversores privados a vender papel.
¿Cuando se produce el crack? Todos lo sitúan en la venta masiva por parte de un grupo de inversores.
Las inmediaciones de la bolsa de Nueva York se llenaron de gente y la policía tuvo que parar las agresiones. Imágenes dantescas de personas lanzándose desde sus ventanas ante la desesperación de la ruina llenaron las páginas de Wall Street Journal del siguiente día.
Solo André Kostolan y considerado el mayor especulador bursátil del momento supo adelantarse al acontecimiento y hacer algo que estaba muy mal visto en aquel momento… ¡Ponerse corto o en venta!
Absorbió toda la caída a la baja haciéndose inmensamente rico. Pero ver en la prensa la muerte por salto desde una ventana de uno de sus mejores amigos, le marcó de por vida. No volvió a operar en corto como si la culpa de lo ocurrido fuese suya. Dedicándose desde ese momento a obras filantrópicas y conferencias.
El 29 de octubre la bajada de la bolsa siguió en contra del intento de las grandes instituciones de bloquearla mediante compra de acciones.
La bolsa se hundió dejando multitud de inversores arruinados que no eran solo pequeños ahorradores sino también grandes empresas de finanzas y firmas de banca.
Los ciudadanos acudieron en masa a retirar sus ahorros y las entidades no pudieron hacer frente a este despliegue de miedo. La banca no tenía liquidez al no poder tampoco vender sus acciones.
La retirada masiva de ahorro de las entidades bancarias llevo a la ruina a muchas de ellas. El crédito de las empresas se corta y muchas personas fueron despedidas. Se calcula que más de 30.000 empresas dejaron de existir en los años siguientes al 29.
Al no haber crédito no había consumo y ello dio lugar a una depresión sin precedentes.