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… y lo sabes!!
Me confieso sorprendido por la repercusión generada por el último artículo para Bolsamania, en el que relataba una pérdida semanal de 4.000€. Han sido muchos los emails y tweets agradeciendo la sinceridad, mostrándome situaciones similares y solicitándome consejos ante días aciagos. Estamos tan acostumbrados a que aparentemente “todos” los que se dedican al trading ganen, que cuando alguien muestra lo contrario suscita asombro.
Dada la circunstancia, me permito la licencia de aprovechar esta tribuna para contestar a todos ellos, entendiendo también que mis palabras puedan servir a otros muchos que no se atrevieron a escribir ni confesar, que han vivido o vivieron una mala semana de trading.
He procurado resumir todas las cuestiones que me plantearon en dos simples preguntas a la que responderé:
1. ¿Qué haces cuando tienes que enfrentarte a una situación desmoralizante en el trading?
¡Vamos allá! En primer lugar, pensar que ni todos los días ni todos los trade son como quisiera, pero que cada día que pasa, por malo que sea, he estado sembrado buenos hábitos. Y que, si lo hago bien, motivado y focalizado, obtendré buenos resultados tanto a corto como a largo plazo. Siempre trato de ser positivo y pensar que lo que tenía que pasar de malo en el trade ya pasó. Analizo cómo ha sido la operación para ver dónde está el error. Casi siempre es una mala lectura o precipitación, o simplemente una buena operación que acabó en negativo, sin explicaciones, sin necesidad de encontrar un porqué, algo que fuera de este universo es casi imposible de explicar y entender. Una vez identificado el error me vengo arriba y ya estoy deseando que vuelvan mis momento de operativa para hacerlo mejor. Me congratula desarrollar una actividad tan efímera como el trading, en la que nada dura definitivamente, ni la alegría de ese beneficio ni la más profunda frustración de un stop.
Reconozco que la experiencia es un gran catalizador de emociones negativas. Cuando uno ha recibido muchos palos, algunos los evita antes de que lleguen y los inevitables no duelen tanto. Procuro que mi actitud sea cada día mejor, ya que salgo todos los días a ganar. Cuando gano, gano; cuando pierdo, aprendo. El trader está beta permanente. Un desarrollo continuo para empezar al día siguiente un poco mejor. Trato de ayudar a todo el que puedo, pero también me exijo poner barreras físicas, es decir, los días no tan buenos cambio de actividad y hago cosas no relacionadas directamente con los mercados y las pantallas. Cuerpo, mente, alma, trading, … ¡Hay vida ahí fuera!
2. ¿Qué puedo hacer para mejorar esto?
No hay más secreto que ser positivo y perseverar. Si abandonas, ningún día podrá ser tu gran día. El primer paso, antes de que nadie en este mundo te crea, es pensar que vas a conseguirlo, que vas a ser trader. ¡Vale! Ya se que suena al espanto de tazas de Mr. Wonderful pero hay mucho de cierto en ello. Debemos estar muy atentos a lo que pasa por nuestra cabeza. La mente es nuestro peor enemigo, y nos envía a cada stop una serie de mensajes negativos que nos desaniman, pero esto sucede sólo porque nosotros mismos lo alimentamos. Si analizamos lo que un trader se dice ante una mala operación veremos que podemos ser auténticas máquinas de desmotivar. Frases, con tacos por supuesto, que nos repetimos mentalmente hasta que acabamos por creérnoslas. Nuestra disposición ante la pantalla depende en buena medida de lo que nos decimos a nosotros mismos. No se trata de autoengañarse, la guapa ya se fue con otro, se trata de analizar los pensamientos que nos llevan a caminos donde no queremos volver. Cuesta el mismo esfuerzo pensar de una forma que de otra así que ¿por qué no hacerlo de una manera que nos beneficie? Cuando cambias el chip y dejas de sentirte víctima del mercado, entras en una espiral positiva en la que la seguridad te da confianza, la confianza hace que tengas mayores logros que a su vez te dan mayor seguridad. Evidentemente, para entrar en esta espiral necesitas poder “combatir” en los mercados con una lógica que te permita reglas claras de cómo hay que operar. Cada stop será un stop técnico, no un juicio personal a ti mismo. Quitarás presión y tu mente podrá destinar toda su potencia a operar lo mejor posible.
Para terminar pienso que a menudo, cuando decimos que no estamos preparados para algo, lo que queremos decir no es que no podamos hacerlo, sino que nos asusta intentarlo.
“NO SÉ” significa “NO QUIERO PENSAR”
“ES MUY DIFÍCIL” significa “NO ME QUIERO ESFORZAR”
“TENGO MIEDO” significa “NO ME QUIERO ARRIESGAR
¡BASTA DE EXCUSAS!