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Tengo facturas que pagar
A lo largo de mi experiencia en los mercados, son muchas las ponencias que he desarrollado sobre las claves para ser un trader ganador. En casi todas ellas, mantengo que el porcentaje de ganadores y perdedores se mantendrá invariable a lo largo del tiempo, es decir, que el 90% de las personas que se inician en el trading perderán, y que tan sólo el 10% de las personas que sobreviven al juego, gracias a su tenacidad, serán capaces de generar ingresos recurrentes trimestre a trimestre. Lo has oido cientos de veces, dudas en creerlo pero es real. Y no sólo eso, la industria necesita que ese porcentaje siga inmutable. Como trader capaz de haber pasado al lado ganador, necesito de una gran masa perdedora que alimente y nutra de capital a aquellos que cruzamos la frontera y aplicamos las reglas de juego. Ganar gracias a la incompetencia de los demás, pero sobre todo, gracias a la impecable gestión de la propia. Parece duro, cruel, cínico, insensible, pero no existe un mundo más competitivo y desgarrador que los mercados financieros.
El dinero, lo quieras o no, es vital en nuestras vidas, permite disfrutar de las pasiones y del tiempo libre. En los mercados se comercia dinero, ¿crees que algo tan preciado te lo van a regalar? Hacen creer que así es, pero dista de la realidad. Si entras en el juego, aceptas por defecto el hecho de que todos actores implicados iremos a por tu dinero.
Convivo con lo imperfecto, reconozco y corrijo los fallos propios, repito lo que funciona. No invento ni aventuro, dejo de ser yo de 9 a 10 de la mañana, convirtiéndome en un ser autómata, sin sentimiento ni emoción. Nunca seré capaz de batir al mercado, demasiado grande, hambriento y complejo en su sencillez, ni siquiera ganar a una “mano fuerte” o al profesional con corbata que lanza órdenes desde la planta 19 de un edificio de la City o Singapur. Te ganaré a ti, a tu ego incapaz de asumir un error, una leve pérdida. Gano al que vaticina un giro, gano al que no sitúa bien el stop o ni siquiera lo pone, gano al que va demasiado apalancado. Tanto en la vida como en los mercados uno siempre puede elegir, puede cambiar porque tiene la capacidad de decidir cómo actuar, pero no lo hacemos. No te quejes ni culpes a nadie, empieza a asumir la responsabilidad de tus actos. Si pierdes es porque lo mereces. Punto.
Hacer trading es como aprender un idioma. Empiezas poco a poco, primero te cuesta entender un par de palabras, no sabes ni enunciar una frase completa, después vas estudiando, leyendo y practicando y de repente mejoras, hasta el punto de entenderlo casi todo. Finalmente eres capaz de leer, escuchar, escribir y utilizar ese idioma, pero irremediablemente habrás tenido que conceder tiempo a tu cerebro para que todo parezca casi natural. Muchos novatos a los que asisto como mentor se preguntan: ¿cómo pude operar tan mal?, ¿cómo no detecte esta señal? … la respuesta es simple, no están programados todavía para entenderlo ni para operarlo de manera excelsa. Todo llegará pequeño saltamontes, pero recuerda que puedo aportar ideas, apoyo o una guía, pero jamás podré entrar en tu cabeza y hacer las cosas bien por ti. El trading es fácil o imposible, por lo que evita la soberbia, no eres especial, tu trono está en el nutrido grupo del 90%, aquellos que nos financian licuando su capital. Así empecé, empezarás y empezarán. Es una rueda y lo importante es que siga girando.