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Esta semana le cedo el testigo a mi mujer Sonia, una persona alejada de las pantallas
Llevo varios meses escuchando a mi mujer la frase: “El día que escriba yo la realidad del trading se van a enterar los lectores de Bolsamania de que va el juego.” y en estas estamos. Cansado ya de tanta advertencia, esta semana le cedo el testigo a mi mujer Sonia, una persona alejada de las pantallas pero que convive con un trader. ¡Todo tuyo hermosa!
En primer lugar, gracias por tolerar mi atrevimiento. Como bien ha dicho mi marido llevo desde 2008 conviviendo con una persona que hizo del trading su oficio y que ha procurado hacerlo lo mejor posible, aunque no siempre con brillantes resultados.
El día que me comentó que dejaba un trabajo fijo en una Caja de Ahorros, sueño y aspiración de aquellas familias tradicionales, me dio un pasmo, y todo porque leyó un libro de un gurú y experto en trading que años más tarde fue su socio. Pero por eso del amor, le apoye con más temor que confianza, todo sea dicho. Poco a poco fui enterándome de que iba el trading, y sonaba fenomenal, eso de trabajar un par de horitas al día y ser dueño de tu tiempo, es más que cierto, ¡pero ojo! con la letra pequeña, nadie te explica claramente, o al menos tu al principio no lo quieres ver, que tus ahorros lo mismo que crecen, se pueden evaporar y todo a una velocidad que da vértigo.
Si el trader, tiene que tener un escaso desapego al resultado, la pareja no tiene que tener nada de apego, y cuando digo nada, es nada. La pareja debe ser como un faro por más que veas el mar en calma o las olas más terribles, hay que estar serena y fija. Cuando mi marido lleva varias semanas seguidas de ganancias, se crece y mucho… me habla de cambiar a un Ferrari, que si el nuevo Franck Müller… y nada de eso es necesario. Cierto es que esos días, me cuesta no imaginarnos en una casa mejor, o comprándome varios bolsos de firma, pero ese no es nuestro objetivo.
Y cuando pasa lo contrario, cuando te dice que tus ahorros de tanto tiempo se han ido en una sola sesión, en un par de minutos, ¿ahí que haces?. La sensación de pérdida es frustrante, porque no dejas de pensar en los “y si..”, “y si hubiese puesto ese stop”, “ y si lo hubiese dejado antes”… pero poco puedes hacer ya, ahora lo importante es no abandonarte al pánico, pensar que nunca necesitaste ese dinero, esa es la clave; tradear con una parte de tus ahorros que puedan desaparecer. Es de locos, tradear con dinero que debe ser utilizado para cubrir necesidades esenciales. Cuidado con esto. En ambos casos, lo que hay que hacer es ser fiel al objetivo que te marcaste. Esa es la clave del buen trader, tener un objetivo realista y tenerlo siempre muy presente.
Mi marido cuando peor ha operado es cuando le vienen los pájaros a la cabeza, cuando no se fija un limite de pérdida, cuando quiere hacer mucho en poco, cuando parece que tiene que operar para demostrar algo a alguien y nada es así. Las únicas personas que estaremos siempre ahí, seremos mi hija y yo, siempre le apoyaremos aunque en ocasiones nos lo pone difícil. Vivimos bien así y el mejor objetivo del trading para mi, es que pasa más tiempo con nosotras.
Saber parar a tiempo es vital. Cuando sólo opera una hora, dos a lo sumo, sé que todo ha ido bien, y digo bien sin saber si ha perdido o ganado dinero. Sin embargo, cuando por la tarde llego a casa y le veo delante de las pantallas, las nubes negras aparecen, ya se que la cosa no va bien, en ese momento deja de ser rico en tiempo, y en dinero casi con toda probabilidad también.
He tenido ocasión de conocer a muchos traders a lo largo de estos años, casi todos, y es curioso, cuando hablan de su profesión nunca dicen gané esto, perdí lo otro, hablan de cómo han decidido invertir el tiempo que gracias al trading tienen. Esa es su verdadera riqueza.
Para acabar, si alguien me pidiera un consejo como pareja de trader, le comentaría que hay que apoyarlo mucho, sufren una presión brutal en muy poco espacio de tiempo, deben sentir que no están solos en esto. Para ello, tienes que estar siempre calmada, pero también ser muy severa y no dejarle salir del objetivo marcado.
Pero sobre todo, diría que disfrute mucho del mayor regalo de la vida: el tiempo para hacer lo que realmente os hace felices.
Bueno Sonia tu deseo cumplido, espero que de esta no me echen y no acrecentar aún más mi fama de pagafantas. La semana que viene otra aventura de trading.