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El trading es cometer errores y tener paciencia
El trading es cometer errores y tener paciencia. Las buenas operaciones siempre llegan pero ineludible haber cometido algún traspiés. Evidentemente para que el juego sea rentable hay que tener pocos errores, de magnitud mínima y mucha paciencia, pues de lo contrario nadie saldría indemne.
Insisto en llamarle JUEGO pues le veo total semejanza a cualquier otra actividad en la que sólo ganas si sabes las reglas y las aplicas bien. Todo es un juego en la vida, ¿qué hay de malo en llamarle un juego? No infantilicemos la palabra “juego” pues ni siquiera en la RAE lo refleja así, de hecho una de las acepciones encaja al dedillo: “Habilidad o astucia para conseguir algo”. Eso es trading. Nada más.
¿Operas sin un plan de trading? Si la respuesta es “si”, esto es no saber operar bien. Implicará jugar mal al trading y hacerlo de manera emocional, sin patrones de operativa, al libre tuntún.
¿Operas muy apalancado o en mercados demasiado grandes para tu cuenta? En caso afirmativo no estarás jugando bien, pues cargarás de emociones a tu juego y estarás mucho más cerca de quedarte sin cuenta. Mal jugado.
¿Dejas correr las pérdidas y cortas de inmediato los beneficios por riesgo a perderlos? Recuerda que en caso afirmativo estaremos dando al traste con nuestro mayor impulso para obtener rentabilidades excelentes. Grandes pérdidas y pequeñas victorias es un camino seguro a la ruina. Mal jugado.
¿Operas centrándote en dimensiones pequeñas sin hacer caso a los espacios temporales mayores? Esto limita nuestra capacidad de operativa, no sabemos hacia donde puede ir el precio (el precio tiende ir a testear zonas superadas con anterioridad y que debemos reflejar en nuestro gráfico). Operar por impulsos o a ciegas y sin conocer lo que pasó, nos suele empujar hacia el lado equivocado del mercado. Mal jugado.
¿Sales de las operaciones por miedo? Si las respuesta es afirmativa posiblemente no confíes en tu patrón de operativa o necesites más experiencia operando. ¿Qué haces por lo tanto operando en real? Te pillé. Mal jugado Lo que determina nuestra rentabilidad es como salimos del mercado, cómo gestionamos la posición.
¿Ves grandes movimientos y entras a mercado porque te vence la codicia y sin señal de entrada? Espero que tu respuesta sea un “nunca” o un “jamás”, pues de lo contrario estarás entrando casi siempre al final de la tendencia y será una manera de perder dinero de manera constante y a una gran velocidad. Cuando todos corren detrás del precio y quieren entrar, es casi siempre el momento para salir.
¿Copias las operaciones de otro trader o gurú, sin saber cómo opera y qué cuenta tiene? La respuesta debería ser un “no”. Tienes que operar tu propio sistema y seguir los patrones que coincidan con tu personalidad y tolerancia al riesgo. Nadie ganará por ti, solo tu puedes hacer rentable tu trading. El gurú no te pasará ni un céntimo de dinero que ha ganado. Algún día podrás ganar pero a la larga perderás. Mal jugado en caso de respuesta afirmativa.
¿Pasas 8, 9 o 10 horas delante de la pantalla? En caso afirmativo, mal jugado. ¿Por qué no trabajas para McKinsey o cualquier consultora? Monta un bar, te irá mejor y ganarás más dinero. Hacer trading significa que valoras más tu tiempo de vida que cualquier otra persona. Nuestra concentración plena delante de las pantallas no es infinita y el mercado está el 70-80% del tiempo sin tendencia. Hacemos trading para poder ganar tiempo. Apaga pantallas.
¿Dejas que te influencien las noticias macroeconómicas en tu trading intradía? “Todo está hecho una pena por lo que busco cortos”, “Hay brotes verdes por lo que solo entraré a largo”. ¿Sería bonito verdad? Como traders operamos el momento y olvidamos el ruido mediático. Los mercados están fuertemente influenciados por las experiencias previas de fortaleza o debilidad más que por lo que realmente está pasando hoy. Si crees lo contrario, mal jugado.
Para terminar, no olvides jugar. Al trading o a lo que quieras. Si no es un derecho universal, debería serlo. ¿Qué nos sucede a los mayores que no jugamos? Quizá el mundo sería un lugar mejor si siguiéramos jugando y sacando al niño enjaulado que llevamos dentro. ¡A jugar!