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Hábitos a los que renunciar
Cada día me topo con traders que quieren ser mejores, ganar más en menos tiempo, sufriendo menos y haciéndolo mejor. El buen trader es ambicioso, no confundir con codicioso, y para ello no duda en leer el último bestseller, en indagar ese nuevo patrón o indicador que mejore su trading, o en asistir a un seminario donde se citen los “primeros espadas” del gremio.
Ahora bien, en ese afán de dar con la clave que proyecte al infinito nuestro trading, olvidamos algo tan obvio como el evaluar lo que ya es obsoleto o innecesario de nuestro plan de trading. Deje salir antes de entrar. Filtremos lo que nos ayuda a ganar dinero, el resto mejor desecharlo. No podemos mantener ese estocástico que ni miramos, esa receta de un gurú americano que ni la creíamos, ni la aplicamos. ¿Cuántos euros nos hicieron ganar?, ¿cuántos stop loss nos ahorramos gracias a ellos?, ¿cuánto mejoró nuestro estado mental ante la operativa? Si las respuestas no son esperanzadoras, mejor desecharlo hoy que mañana.
¿Y a que deberíamos renunciar siempre? Pues al sentimiento de culpa por ese stop loss que saltó, renunciar a la necesidad de tener razón siempre y de acertar nuestras predicciones, renunciar a ceder nuestro control emocional ante el mercado, a no seguir nuestro patrón de trading y caer en las tentaciones/trampas del mercado, relegar a nuestro ego que se enamora tan fácilmente de nuestra posición y no acepta su posible “infidelidad”, renunciar a la adicción por ver siempre oportunidades de mercado y entender que el 70% del tiempo estamos en zona de no operativa, olvidarnos de echar la culpa a terceros por nuestras operaciones erradas, renunciar a dar más valor a las opiniones de terceros que a el criterio de uno mismo, a la incapacidad de cambiar de opinión dentro de la operación, abandona la idea de pensar que los resultados cosechados en el último mes se replicarán en el futuro, desiste de la idea de dejar que nuestras operaciones definan nuestra autoestima, prescinde de pensar que el trading es lo único que gobierna nuestra vida, a olvidarnos de la venganza inmediata hacia el mercado por esa pérdida y volver a entrar, renuncia a modificar a cada instante nuestro objetivo de beneficio/pérdida en función del estado emocional que vivamos…
Abandonar estos malos hábitos, te permitirá no renunciar nunca a vivir de los mercados, a ser trader.