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Siempre es primavera en El Corte Inglés
Esta semana escribo, tras la experiencia del vídeo de la semana pasada, para trasmitir que el objetivo del trading no sólo es ganar dinero, es hacer fácil lo que parece difícil, pasar a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.
A lo largo de mi experiencia como formador y tutor de traders, he ido descubriendo lo mucho que tardamos en aprender que estamos equivocados. Puede ser a causa del ego, la vanidad o el simple desconocimiento, pero sin duda es un lapso de tiempo y dinero mayor que el necesario. La primera renuncia que debe hacer un trader, la más básica, es la de la certeza en los mercados. Se trata de comprender que llegaremos a ser traders rentables a pesar de que no siempre estaremos en lo cierto. El cien por cien de aciertos sólo está al alcance de Goldman Sachs y de algunos usuarios de Twitter … siempre es primavera en El Corte Inglés.
Por lo general los traders intradía somos incapaces de procesar toda la información que se va generando a cada instante, a cada vela, razón por la que en mi caso, y en la de cada vez más traders, sólo nos interesamos por la relación entre el volumen y el precio. Esto hace que nuestro trading se decante por la probabilidad y no por la certeza, por la mente y no por el “estocástico”. Procuramos añadir lógica a un mundo que parece un casino caótico e irracional. Para los traders que tutorizo todo está en la mente, para bien o para mal. Ésta puede ser nuestro mejor amigo o el mismísimo Bin Laden, el mejor indicador o el peor de los sistemas. Estarás bien o mal según dirijas tu pensamiento. No por causa del último stop o profit.
En un mundo donde el 80% de las personas pierden dinero de manera emocional y sin lógica, ayudar a preservar el capital es la misión principal de cada entrenador de traders. La gran mayoría no pueden apreciarlo ahora, pero cada euro que pagan a alguien como yo les ayuda a mantenerlos en el juego, es una pequeña comisión sobre el dinero que les estoy ahorrando. Todo alrededor se va desmoronando, y sin embargo ellos siguen con el capital y aprendiendo una lógica clara y sostenible, ahorrando dinero y desgaste emocional. Sobreviviendo a la cultura actual del acceso inmediato y gratificación instantánea.
Para ello deben aprender a convivir con el stop. La clave no está en eludir cualquier tipo de stop, sino en abordar de manera adecuada todos los que irán saltando a lo largo de su carrera como especuladores. Aprender a convivir con los errores o malas lecturas de mercado e ir adaptándonos a ellos para que nos afecten lo menos posible. Olvídate del mundo “seguro” si es que alguna vez lo tuvimos. Es absurdo negar lo inevitable, más siendo trader intradía. Si un stop no sobrepasa los límites de nuestro apalancamiento emocional y monetario, con el tiempo sabremos valorar la importancia que tienen, sin permitir con ello que afecte a nuestra confianza como operadores. Por lo tanto se trata de revertir la emoción de la pérdida y mutarla en un aprendizaje dentro de un camino plagado de errores de lectura y contexto. Pocas actividades hay como el trading, donde meter la pata pueda resultar tan grave o absolutamente intrascendente. Todo depende de uno.
Último consejo: sé humilde, reconoce tus errores para aprender pronto de ellos y que no te cueste mucho dinero. Sólo el trabajo constante con el apoyo adecuado te facilitará el éxito.