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La clave de la supervivencia reside en evitar las guerras
¿Cómo le fue la semana pasada con la crisis Griega y “la broma” del Banco Central Suizo? ¿Qué siente cuando convoca Draghi una rueda de prensa o se aprueba el QE? ¿Cómo le afecta cuando sus activos financieros caen precipitadamente un día, sólo para ascender eso y más el día siguiente?
Pues estimados lectores, esto es nuestro día a día, vivimos inmersos en plena volatilidad y la necesitamos pero también nos pone los nervios de punta. Las noticias, tanto negativas como positivas nos producen estrés, de hecho, las buenas noticias pueden ser tan estresantes como las malas, ya que percibimos que estamos perdiendo una oportunidad y olvidamos que mañana, pasado, y al otro, y al otro, ... también abren los mercados.
Como se dice en la película "El señor de la guerra", “la clave de la supervivencia reside en evitar las guerras, sobre todo con uno mismo”, y lo mismo sucede en los mercados. ¿Operamos condicionados por ese estrés, o tomamos decisiones alejadas de la angustia o tensión de la realidad actual?
Los inversores o traders noveles tienen la fama de equivocarse y elegir el momento más inoportuno para entrar a mercado, compran alto y venden bajo, razón por la que existe una evidente brecha entre el retorno del profesional y el del novato, que proyecta sus operaciones impulsadas por un temor que licua su cuenta. Si además lo combinamos con el frenético intradía, en el que ponemos el foco en el resultado de hoy, el problema se acentúa. No tenemos que olvidar que en los mercados, todos los demás quieren nuestro dinero y harán lo posible para lograrlo. Intentaran engañarnos con trampas para que “apretemos el gatillo” y nos arrepintamos poco después. El novato cae fácilmente en estas trampas, porque no conoce todavía la manera más eficiente de no perder; no operar cuando es el momento más inoportuno. Por todo ello debemos marcar ciertas pautas como:
– Poner en perspectiva la semana tan mala o buena que hemos tenido. El trader o inversor a menudo sufre de miopía, centra su desanimo en lo que ve, el resultado de hoy y no posee la perspectiva de un plazo más elevado.
– Auditar la tolerancia al riesgo. Estas semanas de volatilidad son idóneas para evaluar nuestra tolerancia al riesgo. ¿Encajan nuestra gestión monetaria con la realidad del mercado? Cuando el mercado está de nuestro lado todo es “champán y fresas” pero la evaluación debemos hacerla cuando la semana viene a pie cambiado.
– Vida más allá del gráfico. Pues eso ya sabe ¿Qué ha hecho el Madrid? ¿Han expulsado a la Esteban de GH? ... evidentemente es broma, pero sí es cierto que necesitamos desviar el foco de los mercados, más cuando hemos sufrido una semana para olvidar.
– Elaborar un plan de acción que describan cómo nos comportaremos en situaciones concretas en las que el mercado haga kizomba con nuestros resultados. Hay que contemplar todos los escenarios y este es uno de ellos.
– Recordad el pasado. Ya hemos vivido este tipo de volatilidad, y mucho peor. Los que surfearon las olas de volatilidad del 2008 y 2009 salieron ganando con el tiempo.
Cabe recordar que todo esto se puede aprender. Mantengamos la mente abierta con respecto al futuro. Solemos ver sólo uno y no contemplamos el espectro de posibilidades que nos brinda el mercado.