- 11.467,300
- 0,24%
Whiplash
Andrew Neiman es un joven y prometedor baterista de jazz que se matricula en el conservatorio de música Shaffer, en la ciudad de Nueva York, considerado el mejor del país. Allí se encuentra con una competencia feroz donde sus sueños de grandeza son tutelados por Terence Fletcher, un perfeccionista y abusivo director de orquesta que no se detendrá ante nada para obtener el máximo potencial de Andrew.
Así arranca “Whiplash” (2014) una película que todo aspirante a la excelencia, también en el trading y las inversiones, debe procurar visionar. Gracias al film entiendes que tienes que estar obsesionado con querer saber más, con querer enfrentarte a todo tipo de dificultad, porque el objetivo final, la visión que tienes de ti mismo y de tu actividad, es mucho más importante que un simple resultado. La perfección conlleva evidentes renuncias, así que primero descubre que quieres ser, y luego haz lo que tengas que hacer para alcanzarlo. En el trading también.
Las oportunidades nunca llegan, las oportunidades ya están aquí. No dependes de nadie sólo de ti mismo tanto para triunfar como para no intentarlo. Hatear siempre fue de cobardes. Tuyo el éxito si consigues vivir de los mercados gracias a tu esfuerzo y dedicación, pero también el fracaso de no alcanzarlo. Poco importa los factores externos, siempre estuvieron ahí, siempre fue buen o mal momento, la diferencia radica en la acción y la lucha. El camino del éxito es tomar una acción determinada, pasar a la acción. Si no hay acción no has tomado una decisión. Tu eres el motor, la dirección mejor cederla en personas que atesoran más experiencias, más cornadas, más llantos pero también más euros ganados a un mercado indomable. Rafa es Rafa, pero ¿y sin la dirección de Toni?
Deja que otros lleven vidas pequeñas, deja que ellos cedan su futuro a talentos y egos de otros, tú no lo hagas. Da igual quién seas hoy. No eres el producto de tu pasado, sino de tus elecciones y hoy deben ser buenas. Si amas la vida, no pierdas el tiempo pues de tiempo hecha la vida está. Aprende a ser feliz con lo que tienes, mientras persigues lo que quieres. Céntrate en hacer bien tu trabajo y el dinero llegará. Especula, sobrevive al mercado, pierde poco para luego ganar. No hay orden inverso. Disfruta del análisis y la ejecución, no del resultado. El dinero llega sin tener que pensar en el.
Orientación, sacrificio y determinación. Interés obsesivo por una materia, práctica intensa y dirigida y un objetivo claro que alcanzar. Ser mentor me permite compartir experiencia y vidas con personas que avanzan más en 90 días que en sus últimos 10 años. No soy un gurú, la receta es sencilla y alguien debe despecharla. Por último, desconfía de quien abusa de los “buen trabajo” y sigue mejorando. De lo contrario Charlie Parker nunca hubiese sido Charlie Parker.