Procter & Gamble ha presentado unos resultados de su primer trimestre fiscal del año 2025 (finalizado el 30 de septiembre de 2024) que han dejado un sabor agridulce en los inversores. Si bien la compañía ha superado ligeramente las previsiones en lo que a ganancias se refiere, las ventas han decepcionado presionadas por la débil demanda en China.