Merlí dice adiós entre lágrimas y con un gran final

¡¡¡ENTRADA CON SPOILERS!!!!

Merlí se despidió ayer noche por todo lo alto de la audiencia de TV3. La serie protagonizada por Francesc Orella, cerró su andadura tras tres temporadas con un trágico final, pero eso sí ante un gran dato de audiencia ( 620.000 incondicionales y un 22,2% de share).

El final de Merlí estuvo marcado por la muerte del protagonista, Merlí Bergeron, profesor de filosofía que a lo largo de estas tres temporadas ha inculcado toda clase de lecciones de vida a los jóvenes «peripatéticos» que le han acompañado. Su muerte es quizás una mala jugada a los fans, pero todo un signo de grandeza para la serie creada por Hector Lozano, dado que la muerte del filósofo da paso a su legado, y que mejor modo de verlo que con un salto en el tiempo que nos muestra qué ha sido de sus alumnos.

Habría que recuperar el piloto de Merlí para comprobar lo bien que ha evolucionado la serie en solo tres temporadas, y como una ficción es capaz de tener una estructura tan sólida y bien definida aunque de su final se pudiera pensar que es es solo una estrategia para cerrar del todo la trama. Es cierto que la muerte de Merlí no era necesaria en términos de querer narrar la vida del personaje (lo podíamos haber dejado dando clases sin más), pero si no muere no entendemos porqué es tan importante lo que él ha inculcado. Gracias a él sus alumnos son ahora abogados, peluqueras o directoras de escuela, e incluso Tania que está embarazada, desea algo más en la vida que ser madre.

Los personajes de los alumnos se reúnen para saber de sus vidas (aunque siete años no es nada) y comprobamos como todos ellos no solo han sabido encontrar un camino en su vida, sino que además los que fueron adolescentes son ahora hombres y mujeres que gracias, en gran parte, a las enseñanzas de Merlí han logrado elegir qué quieren hacer en la vida, o si la vida les ha obligado a desterrar sus sueños, al menos no tiran la toalla (es el caso de Berta que acaba siendo peluquera aunque no abandona el dibujo), de Tania que se resiste a ser lo que es o Pol y Bruno que viven una relación más que consolidada.

En definitiva una gran despedida para el camino que había sembrado y el descubrimiento una vez más que la ficción catalana está más que a la altura (si no sobrepasa) de muchas de las series europeas que tanto nos deleitan. No es de extrañar que Merlí haya sido de las pocas series en catalán (junto a Pulseras Rojas) que se emiten a nivel nacional (está disponible Netflix) e internacional (de nuevo mencionar a Netflix y no olvidar que se hará adaptación en Alemania).