Altered Carbon o cómo Netflix revoluciona la ciencia ficción

¡¡¡ENTRADA REVIEW DE ALTERED CARBON PERO SIN SPOILERS!!!!

Altered Carbon, la próxima serie que Netflix lanza el viernes 2 de Febrero, parece que va a hacer las delicias de aquellos que esperan siempre poder encontrar algo más dentro del ya manido género de la ciencia ficción. A muchos les decepcionó recientemente el que el servicio streaming lanzara Bright, película con Will Smith que para nada era lo que se esperaba pero tranquilos pero vamos a poder hacer las paces con Netflix gracias precisamente a Altered Carbon, que en muchos aspectos (visuales) de su comienzo parece querer recordarnos todo el rato a otras series o películas del género como nada más y nada menos que Blade Runner.

Ya en el tráiler que fue lanzado días atrás vimos mucho estilo futurista, con cierto aire o estética «cyberpunk» o distópico y la verdad es que para aquellos que hayan leído la novela homónima de Richard K Morgan, en la que se basa la serie, la verdad es que todo lo que se plantea estéticamente es un acierto, mientras que la trama parte de la misma manera que el libro, planteando una trama desconcertante en la que la tecnología está mejorando vidas pero también sacando lo peor del 1% que puede darse el lujo de juguetear con el sistema.

También con cierto estilo que recuerda a algunos videojuegos, lo que antes era San Francisco ahora es Bay City, una metrópoli densamente poblada que cae bajo la jurisdicción del Departamento de Policía de Bay City (BCPD). Todos los ciudadanos de los antiguos Estados Unidos de América son ahora ciudadanos del Protectorado, un nuevo orden establecido hace 250 años. Un planteamiento que parece ser la «excusa» perfecta para mezclar todo tipo de personajes, pero sobre todo a un protagonista que desde el primer minuto en pantalla (grande Joel Kinnaman), nos mantiene atrapados aunque todavía no le vamos a ver (físicamente) como le conoceremos finalmente.

El personaje central es Takeshi Kovacs que fue parte de un grupo de mercenarios conocidos como «enviados» que lucharon contra el nuevo orden en la Batalla de la Fortaleza. Él ha sido el único superviviente. Su misión falló, el Protectorado tomó el control y su grupo de «enviados» pasaron a la historia como terroristas y bárbaros.

Y esto es solo el comienzo, pero no quiero dejar de mencionar el modo en el que Altered Carbon arranca sus títulos de crédito con una llamativa secuencia donde una mujer parece arrojar su propia cara mientras una serpiente se teje alrededor de su cuerpo desnudo. Las imágenes nos llevan a pensar precisamente en los créditos de Westworld de HBO; una forma femenina todavía en construcción. «Tu cuerpo no es quien eres», dice una voz apropiadamente incorpórea. «Lo cambias como una serpiente muda su piel».

Todo nos queda claro cuando vemos entonces a Kovacs, ahora ya en la forma de Joel Kinnaman en lugar de su anterior cuerpo coreano (Will Yun Lee) que conocimos antes. El personaje es liberado de una bolsa sellada del tamaño de un ser humano. Vemos que tiene un cordón umbilical extraído de su boca y lo dejan toser y balbucear, desnudo en el suelo de un laboratorio.

Es 250 desde la Batalla de Stronghold y Kovacs ha renacido o, más bien, ha sido «reactivado» para ser usado ya que cuando un ciudadano del protectorado tiene un año, tiene lo que se conoce como una ‘pila cortical’ implantada en la base de su cuello . Los códigos mentales humanos se almacenan en la pila como ‘DHF’ o ‘Digital Human Freight’de modo que en realidad, los cuerpos son simples «mangas» y las mangas son reemplazables.

Pero existe la posibilidad de morir para siempre, aunque eso sí, solo puede lograr lo que se conoce como «muerte real» si se destruye su pila, de lo contrario su pila se queda en espera y espera una nueva «manga» del inventario disponible del gobierno que sale de los cuerpos de prisioneros. De manera que morir no es tarea fácil.

Por otro lado en Altered Carbon tenemos a Laurens Bancroft (James Purefoy) es el hombre que ha financiado el renacimiento de Kovacs. Bancroft fue asesinado y cuando lo «hilaron» en una nueva manga, no pudo recordar los eventos y visualizar al culpable. Kovacs ha sido «comprad»o para resolver el caso a cambio de su libertad y 50 millones de créditos de la ONU … pero parece tener otras razones para mantenerse fuera de almacenamiento también.

Volviendo a lo visual, la gran metrópolis de Altered Carbon es realmente una maravilla para la vista. Mientras que las tomas de Bay City, a nivel de la calle, evidentemente rinden homenaje a la distópica e inspirada en Asia Blade Runner, completado todo con lluvia perpetua y paraguas transparentes, la arquitectura interna tiene un aspecto único y distintivo. Es una estética digital y a la vez orgánica; que resulta de lo más apropiada dado que los ciudadanos de la ciudad son una fusión de estos dos aspectos.

En líneas visuales Altered Carbon se ve magnífica. Pero sus temas son también son fascinantes, utilizando un mundo que se ocupa de las mangas para examinar las divisiones de clase y los enfoques religiosos de la noción del cuerpo y el alma. Con una distopía futurista tan inteligente e intrincadamente creada a partir de la novela original, sería difícil hacer un mal trabajo con esta serie que de hecho ya está siendo valorada como una de las grandes sorpresas de la temporada..

Sin embargo, no todo es perfecto en la serie. Teniendo en cuenta que el nuevo mundo futurista se presenta con una gran cantidad de nombres en código para su tecnología de ficción, los personajes tienen la costumbre de murmurar a través de un largo diálogo expositivo. Si bien Ortega es quien más hace esto, Kovacs hace lo justo al murmurar al tiempo que ofrece información nueva y crucial por lo que más de uno puede que se pierda intentando saber qué están murmurando.

La narración además también se toma su tiempo y para los que no sean para nada aficionados, puede que Altered Carbon sea otra «aburrida» serie de ciencia ficción; de hecho el primer episodio establece la premisa a un ritmo considerable (tanto que tal vez desees volver a verlo para comprender completamente el sistema de pilas y mangas), pero una vez que se han establecido los principios, se puede sentir como si la narración descansar e incluso parece desviarse de lo que realmente importa.

Claro, hay mucho que ver y mucha sangre derramada, pero la historia central se detiene y puede sentirse como una gran película que se extiende demasiado para las diez horas que dura.

Eso sí, Kinnaman carga con el peso de la trama de manera brillante (sus fans agradecerán que en muchas de las escenas salga sin camiseta, aunque sea retorciéndose de dolor). Además, el enfoque acerado de Kovacs de «No amo a nadie» puede ser lo que más atraiga del personaje, mientras que por otro lado el personaje de Ortega (Martha Higareda)se plantea implacablemente sin sentido, pero demuestra el poder de un reparto fuerte que hace que nos creamos del todo este nuevo mundo impulsado por la tecnología.

Con actuaciones fuertes, imágenes maravillosas y una premisa central genial, se pueden pasar por alto sus fallas y disfrutar de conectarnos al mundo de Altered Carbon que seguramente acabará siendo renovada antes de que llegue la primavera.