Estreno de Estoy Vivo ¿Qué os ha parecido?

¡¡¡ENTRADA CON SPOILERS!!! ¡¡¡ES UNA REVIEW DEL ESTRENO!!!!

Hasta hace poco, los Jueves han sido la noche o de Águila Roja o Cuéntame como pasó en TVE, pero este curso, la cadena pública ha apostado por una nueva serie para la noche del Jueves; Estoy Vivo, una serie policial con tintes de drama y comedia que cuenta en su haber con Javier Gutiérrez, Roberto Álamo y Anna Castillo, tres actores que han recibido un Goya por sus recientes trabajos cinematográficos, como los protagonistas.

Con los nombres mencionados, es evidente que pica la curiosidad de conocer la historia de Estoy Vivo, creada por Daniel Écija, pero además de contar con un reparto convincente y eficaz, lo cierto es que la nueva apuesta de ficción de TVE es quizás una de las primeras sorpresas agradables que nos llevamos esta temporada.

Tras el estreno de la previsible Ella es tu padre en Telecinco, y la decepcionante El Incidente de Antena 3  esta misma semana, Estoy Vivo supone el que muchos espectadores puedan «reconciliarse» de alguna maneras con las series de TVE y que de nuevo La 1 acierte con una apuesta bastante novedosa como ya hiciera con El Ministerio del tiempo.

Estoy Vivo es una serie cuyo arranque es bueno pero parece algo contenida. La serie comienza con la persecución de un asesino en serie, El Carnicero, por parte de Andrés Vargas (Álamo). el cuál parece algo obsesionado con este criminal de modo que no lo duda al acudir en su busca en cuanto se tiene información de su paradero. Una misión que saldrá fallida para el protagonista, ya que el asesino consigue acabar con él en un lago, de modo que Vargas acaba perdiendo no solo su vida al ahogarse sino que pierde a su familia, su mujer y dos hijas y todo la misma noche en la que su hija mayor Susana (Castillo) discute con él y le dice que ojalá no fuera su padre.

Pero lejos de morir y dejar a los suyos, Vargas experimenta algo de ciencia ficción. Despierta en otra dimensión; un lugar de paso o transición donde es recibido por el personaje al que da vida Alejo Sauras, el cuál le guía hasta que Vargas recibe la noticia que su muerte fue un «fallo» y podrá volver a la tierra aunque eso sí, metido en el cuerpo de otro policía el Inspector Márquez (Gutiérrez).

Tras las escenas de comedia aunque sin caer en el chiste que supone adaptarse a su nuevo cuerpo, Vargas vuelve de nuevo como Márquez el cuál se incorpora a otra comisaría donde acabará sirviendo no solo para el Inspector Santos (Fele Martínez) que cinco años atrás, y en el momento de su muerte, era su compañero y en parte responsable de que acabara ahogado si tenemos en cuenta que este estaba jugando a las cartas en lugar de estar de servicio, sino que además, él será ahora el nuevo compañero de Susana, de modo que la sorpresa llega cuando ve como su hija de 19 años tiene ahora 24 y ha seguido sus pasos.

La interpretación de Gutiérrez como alguien que vive en un cuerpo que no es el suyo es quizás lo mejor de la serie, que cuenta como digo con momentos contenidos ya sea de comedia, cuando su personaje se cruza con el de Sauras, o de drama cuando va descubriendo como su familia ha «superado» su muerte, con su otra hija ya en el instituto (y la veremos obsesionada con el poder comunicarse con los muertes) y su mujer (Cristina Plazas), a la que de momento solo ve en el cementerio, cuando acompaña a Susana hasta el cementerio donde está enterrado.

Casualmente, el regreso de Vargas a la tierra se produce en el quinto aniversario de su muerte y muchas cosas han cambiado, y no solo en su vida personal y profesional, sino que además descubre que Sebas (Jesús Castejón) el piloto que le ayudó a localizar al Carnicero la noche en la que murió, se acabó retirando para montar un bar al que acuden todos los policías a comer.

La «nueva» vida de Vargas como Márquez le lleva hasta un caso de robo cuya investigación junto a Susana acabará en un enfrentamiento que hará que reciba un disparo por salvar a su hija. Es ahí cuando Vargas-Márquez descubre que aunque le hieran, es capaz de curar rápido, un misterio que seguro mantendrá en vilo a más de uno.

Además, este primer episodio de Estoy Vivo se cierra con la noticia de que El Carnicero también parece que murió la noche en la que el protagonista lo hizo, aunque tras los créditos del final y en un avance del próximo episodio, descubrimos que murió pero ha vuelto a la tierra tal y como ha hecho Vargas.

Comienza así una serie que no podemos perdernos esta temporada, y que puede darnos sin duda, grandes alegrías.