Girls se despide con un final cargado de emotividad y madurez

Han pasado seis años, o seis temporadas, desde que conocimos a Hannah (Lenna Dunham) y al resto de sus amigas y aunque Girls siempre quedará como una especie de canto  femenino hacia la juventud, lo cierto es que su final, emitido ayer noche por HBO, ha sido un pequeño epílogo a una temporada en la que la madurez ha comenzado a marcar de manera definitiva la vida de las protagonistas.

De fiestas, romances, desengaños amorosos y situaciones de lo más increíbles es de lo que ha estado cargado Girls a lo largo de su recorrido, pero siempre quedaba espacio para la reflexión, para la búsqueda de un camino y con ello las protagonistas parece que han acabado de modo que sus vidas quedan encauzadas y de hecho no me extrañaría nada que en diez años hicieran una tv movie especial o una película para ver cómo ha sido la transición de Girls a Women.

La despedida de Girls ha sido en realidad un episodio que quizás ha quedado algo «cojo» viendo el penúltimo episodio que sí podríamos considerar final de la serie, mientras que este ha sido como digo, un epílogo bien construído, marcado por la madurez de un personaje, el de Hannah, alguna que otra situación que nos ha arrancado risas y ganas de llorar a la vez y sobre todo una despedida a una serie que ha marcado a muchos.

¡¡¡SPOILERS A PARTIR DE AQUÍ SOBRE EL EPISODIO FINAL!!!!

Tal y como ya avanzó el penúltimo episodio de Girls, Hannah vive en Nueva York y gracias a un salto de tiempo de cinco mese, podemos ver como está con su hijo y a punto de comenzar a dar clases de escritura.

La despedida de la serie comienza con un plano similar al que ya vimos en el piloto, con Marnie y Hannah. La primera desea ayudar a la segunda con la crianza de su bebé, algo que Hannah no parece convencida a aceptar aunque lo cierto es que la escena denota por donde irán los tiros ahora que ya no veremos más de Girls y es que las amigas siempre van a estar unidas, aunque en ocasiones separadas o incluso distanciadas.

Vemos a Marnie y como ha cambiado, ahora es una gran defensora de la lactancia materna, dando un discurso que nos lleva a una de esas situaciones de comedia que tanto nos han gustado en Girls.

La decisión de Marnie de ayudar a Hannah parece ser el centro del comienzo del episodio ya que la amiga es incluso capaz de llamar a la madre de Hannah para que ayude con una crisis de la protagonista. Loreen sabe cómo calmar la situación y qué decir cuando en un momento suelta la frase: «Las cosas se pondrán mucho más difíciles, que ni siquiera te acordarás de esta parte».

Marnie parece dispuesta a que Hannah salga adelante con su hijo Grove, pero ¿qué pasa con ella? tras una escena en la que tiene un momento FaceTime bastante incómodo, Loreen la sorprende y le aconseja en definitiva a partir de la experiencia de su matrimonio fracasado. A continuación, acaban fumando y bebiendo vino en el porche.

Tras todo lo sucedido, Hannah  se topa con el llanto de una chica sin pantalones que por lo visto ha tenido un «incidente de emergencia.», algo que hace que la protagonista le de sus vaqueros premamá, pero cuando se entera que el «incidente de emergencia» es que la madre de la chica le prohibió ver a su novio hasta que acabara los deberes, Hannah le dice que le devuelva sus pantalones no sin antes darle todo un discurso sobre lo que significa ser madre y que debe hacer ella como adolescente. De poco sirve el discurso de madurez de una Hannah que años atrás habría sido ella la que vaga sin pantalones, ya que la joven ya se ha ido con sus vaqueros.

Hannah vuelve a casa para encontrarse a su madre y a Grover que está dormido.El bebé despierta y comienza a llorar de nuevo de modo que la nueva madre asume cuál es su responsabilidad y da el pecho a su hijo, finalizando una temporada, serie y episodio que aunque marcado por la ausencia del resto de protagonistas, ha servido para que se cerrara un círculo que probablemente se abrirá en unos años…