Estreno de Emerald City ¿Qué os ha parecido?
¡¡¡¡SPOILERS EN LA ENTRADA!!!!
La cadena NBC estrenaba ayer noche, con un episodio de dos horas, Emerald City, su nueva apuesta de ficción que ha costado que lanzaran más de un año y todo para dar como resultado una serie que aunque desde sus promos parecía bastante interesante, lo cierto es que promete más de lo que es en realidad.
Los más «puristas» en torno a la historia de El Mago de Oz, quizás no vean en esta nueva serie algo que merezca la pena y todo porque en realidad no solo se le da una visión moderna a esta historia sino que en el caso de Emerald City, se ha tomado además toda la saga literaria de L. Frank Baum ‘La tierra de Oz‘ para mezclar las tramas y darles un estilo que aunque visualmente sorprende, en realidad nos deja con una historia que quizás de ser una miniserie tendría muchísimo más potencia.
No estamos ante una serie muy larga, 10 episodios, y por lo visto es una serie de eventos, pero como funciones, NBC querrá «estirar el chicle» todo lo que puedan y la verdad, ese es el peor favor que le podrían hacer a la serie.
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Prueba gratis Prime VideoDesde el comienzo estamos ante una serie que repito, visualmente es realmente atractiva. Además la idea de cambiar el concepto de personajes realmente conocidos, como que el espantapájaros no es un espantapájaros, pero se introcuce como en la historia original (crucificado), el hombre de la hojalata no es el hombre de hojalata sino que es el resultado de un experimento horrible, al estilo Frankenstein y los leones no son cobardes, hace que a medida que la ves te apetece seguir viendo aunque simplemente para ir adivinando como han cambiado la historia ya conocida, porque ciertamente no es que la trama llame mucho la atención o peor…no te mantiene en vilo para nada.
La serie lleva tres años y medio desde que se anunciara como proyecto y aunque la pintan como una especie de versión oscura del mundo de Oz (la Bruja Mala del Oeste dirige un burdel), lo cierto es que la historia no va más allá de lo que sabemos de sobras, que Dorothy se ha perdido en Oz y debe volver a casa.
Aunque gran parte de Emerald City se puede ver como una actualización sombría y áspera del maravilloso Mago de Oz y sus abundantes secuelas, parece que rn ocasiones se limita a la autoparodia o de hecho, a la anécdota.
Cuando nos presentan a la enfermera Dorothy Gale (Adria Arjona), capaz de engañar a un anciano para conseguir unas pastillas para su tía Em, nos encontramos con una joven de carácter, atractiva y decidida. Una joven que a sus 20 años recién cumplidos y siendo enfermera decide ir a conocer a su verdadera madre, pero en su lugar cuando llega a donde se supone que está, encuentra a un policía muerto y a su madre está gravemente herida en un sótano. Dorothy pretende ayudarle pero entonces es sorprendida por otro policía y a su vez por un tornado. La joven se refugia en el coche patrulla, junto al perro agente K-9 y ambos acaban siendo llevados al mundo de Oz. Esta es la presentación justa que se necesita de una protagonista, para que sepamos que luego, será capaz de enfrentarse a todo tipo de situaciones (quizás demasiadas).
Una de ellas, la búsqueda para encontrar al Mago de Oz, al que da vida Vincent D´Onofrio, y eso sí, a diferencia de otras adaptaciones, en esta tenemos a un personaje al que ya conocemos desde prácticamente el comienzo. No resulta un personaje misterioso, es más, él mismo se encarga de dejar claro que gracias a su ayuda en el pasado, Oz se pudo salvar de una amenaza en forma de bestia, que por otro lado todavía está presente. Además, el Mago gobierna con mano de hierro, cuenta con aviones no tripulados en forma de mono-vuelo, y lleva la magia hasta los márgenes de la sociedad.
La magia es otro elemento conocido de la trama que se presenta en la serie, y que ya hemos visto en todas las otras versiones, pero aquí vemos como las últimos guardianes de ella son las llamadas brujas «cardinales», es decir, las «famosas», brujas del Este (Florencia Kasumba), a la que mata Dorothy; la bruja del Oeste West (Ana Ularu); la del Norte (Joely Richardson), que se conoce como «Glinda» y prefiere la autoridad antes que cualquier otra cosa. La magia fue el eje de muchas de las versiones, pero aquí está prohibida y de hecho aunque la vemos, no se enfoca como algo bueno, sino todo lo contrario.
Todo en Emerald City parece un cambio radical al origen, pero no para hacerlo más interesante y ahí está el problema. Lo cambian casi todo, pero no importa porque no han logrado convertirlo en algo que supere el original; eso sí si hay algo en lo que la serie es fiel con respecto a la obra de la que parte, es la locura desenfrenada del mundo de Baum, un lugar de Munchkins y monos, sí, pero también de serpientes de mar compuestas de bloques gigantes del alfabeto y una bestia cuadrúpeda formada por cajas .
Por otro lado destacan como no, los vastos paisajes plagados de colores, con un especial sentido hacia las obras arquitectónicas más imponentes y en especial, se reconoce la obra de Antonio Gaudí. De hecho los espectadores españoles seguro enseguida van a reconocer que gran parte de las localizaciones de exteriores por las que se mueve el Mago, se rodaron en el famoso Parque Güell de Barcelona.
Al margen de la trama y que te guste o no ver una Dorothy que parece más sacada de una serie procedimental que de otra cosa, es destacable además que cada episodio de esta primera temporada esté dirigido por Tarsem Singh , algo que ya de por sí hace que merezca la pena del piloto (de hecho hay escenas, como la del lado oscuro de la Luna que son un placer para los sentidos). Así el trabajo de Singh, en su reunión con director de fotografía Colin Watkinson, es digna de celebrar, ya que hace que su visión de Oz sea una impresionante mezcla heterogénea, cuyos páramos rocosos, palacios dorados, y el traqueteo de talleres captura a otro nivel la escala del «país de hadas en expansión» que Baum ya había creado en los libros y al que parecía que no llegaban el resto de las adaptaciones.
Por lo menos, la serie es un triunfo visual, gracias a lo mencionado, y al talento de gente como el diseñador de producción David Warren que ayudó a elaborar la estética ganadora de un Oscar de Hugo, mientras encontramos además que los toques de «Jedi y Naboo» que se cuelan en las escenas de algunos de personajes, son cortesía de Trisha Biggar, cuyos trajes destacaron en las precuelas de La Guerra de las Galaxias.
Volviendo a la trama, se plantean además de la búsqueda del Mago, y los intentos de este por permanecer en el poder, otras líneas que tienen que ver con el uso de las armas de fuego o la identidad de género, pero todo ello queda diluido ante lo visual así que aunque es de agradecer que se intente ir más allá lo cierto es que no se logra más que lo que vemos: mucho color, mucha acción, grandes escenarios y eso sí, la aparición (al final) de una bestia que en teoría podría acabar siendo la «excusa» para alargar la serie si así lo desean.
El estreno puede seducir desde un punto de vista puramente estético, y no tanto a nivel argumental de modo que en función de lo que busques acabarás seducido por la serie o te parecerá una completa pérdida de tiempo.